vitoria. A modo de vías, los tablones de la txalaparta encarrilaron la jornada de homenaje, de celebración, de promoción, de uno de los instrumentos con más label. La calle Cuchillería ejerció de patria para el maratón con el que la asociación Txalamako trató de socializar este singular instrumento, más cercano incluso a la comunicación que al concepto musical. Hasta cincuenta opiniones se recogieron en el mural que ofrecía la velada al público, donde éste volcó las sensaciones que la txalaparta le convocaba. Y éste seguirá creciendo en las citas mensuales que propone el colectivo, en el mercado del primer sábado de mes de la almendra, tras la exitosa cita del pasado sábado. Foto: dna
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