Madrid. Sigue entre montañas y vuelve a buscar la supervivencia, pero esta vez Juan José Ballesta no está Entrelobos, todavía en cartelera, sino enfrentándose al ejército de Napoleón y hablando en catalán para Bruc. El desafío, filme de Daniel Benmayor que se estrena mañana. Con Hispania en la pequeña pantalla y Entrelobos en la grande, el joven actor madrileño sigue en la cresta de la ola, saltando de época en época, pero siempre mostrando las facetas de ese talento natural y salvaje que irrumpió en el panorama cinematográfico español cuando sólo era un niño y gracias a El Bola. "Es un purasangre", resume el director de la cinta. "Se transforma inmediatamente en aquello que le pidas", añade quien ha decidido recrear de una manera "histórica pero completamente contemporánea" la leyenda del joven carbonero catalán que puso en jaque, a golpe de tambor, al ejército napoleónico en 1808.

Apoyado en la interpretación de Ballesta y de Vincent Pérez -"un malo con corazón", dice el intérprete suizo afincado en Francia-, Benmayor se sumerge, con un espectacular plano secuencia de apertura, en la épica pura y en el entretenimiento. "Yo resumo a mi personaje como un conejillo", dice Ballesta, a cuya cabeza pone precio Napoleón en la película, tras su primera derrota en la guerra de la Independencia. "Cuando le persigues, corre, y cuando se ve acorralado, se defiende si puede", dice al actor, que sigue desprendiendo entusiasmo con cada nueva puerta que abre en su carrera como actor. "Ha habido caballos, espadas, coreografías, ensayos con los especialistas. No ha sido tanto de actuar como de trabajo físico, y me lo he pasado muy bien", reconoce. Él, desde luego, no escatima en esfuerzos en las escenas más peligrosas: "Siempre que se pueda ver al actor, lo prefiero. A mí me gusta hacer yo todo lo que pueda", asegura.