Vitoria. El pasado 28 de noviembre bajó su telón el XXXV Festival Internacional de Teatro de Vitoria, una cita que, siguiendo la estela del año pasado, ha conseguido atraer a un importante número de espectadores, llegando a superar el 86% de ocupación media en los montajes propuestos en esta ocasión, según los datos facilitados ayer por el área de Cultura del Ayuntamiento de Gasteiz a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
En cifras totales, 17.179 personas se dejaron seducir por las propuestas realizadas tanto en el Principal como en los teatros de los centros cívicos y en otros espacios. En realidad, estos números son algo inferiores a los de 2009, pero hay que tener en cuenta que esta vez se han ofertado tres obras menos para el público adulto y algunas de las propuestas se han realizado para aforos muy limitados.
En el balance realizado, la Red Municipal de Teatros destaca que el certamen ha seguido dando pasos en su objetivo de contar con una identidad propia, es decir, que no sea una temporada más. En este sentido, hay que señalar, más allá del hecho de la programación de propuestas más arriesgadas, la celebración de los encuentros de artes escénicas (que han superado su récord de participación), los ciclos específicos sobre el nuevo circo y el destinado a los bebés, y otras citas como talleres y conferencias.
Propuestas como Un tranvía llamado deseo y actuaciones como la de Eifman Ballet han colgado el cartel de completo, aunque, como suele suceder siempre, los que han llenado las butacas en todas sus citas han sido los espectáculos destinados al público familiar y los menores de tres años.
Además, el Consistorio destaca de forma más que positiva aquellas iniciativas más, por así decirlo, diferentes. Es el caso de Bestiario urbano, el recorrido escénico por diferentes casas de la ciudad que montaron varias compañías locales (con todas las plazas cubiertas). Sin olvidar La función por hacer, obra que sólo se pudo ver en el hall del Principal y que también consiguió una respuesta más que apreciable.
Así las cosas, y teniendo en cuenta los datos de hace doce meses, parece evidente que el Festival Internacional de Teatro está sabiendo superar la crisis económica.