BILBAO. La consejera de Cultura, Blanca Urgell, ha dado esta mañana por constituido el nuevo Consejo Vasco de Cultura en un acto celebrado en el atrio del Museo Guggeneheim Bilbao y en el que ha destacado la ausencia de siete de sus miembros, entre ellos el presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Alex de la Iglesia, la bailarina Lucia Lacarra o el director del museo del Prado, Miguel Zugaza.
Tampoco han podido estar presentes en esta primera reunión el locutor radiofónico y premio Ondas Joseba Marín, el representante del Gobierno vasco Andoni Unzalu y el miembro de Eudel Imanol Landa, a los que hay que sumar el vacío existente por parte de la Diputación Foral de Araba, que aún no ha nombrado a su representante. De los 32 miembros nombrados por la consejera, únicamente repite Patxi Salaberri, académico de número de Euskaltzaindia.
En el saludo de bienvenida, la consejera ha hecho hincapié en la importancia del trabajo que tiene por delante el nuevo Consejo "para guiar, en un ejercicio de gobernanza, las líneas fundamentales de la estrategia para la cultura vasca de los próximos años".
Urgell ha agradecido a las instituciones y particulares presentes en la reunión el ofrecimiento de intervenir de manera activa para mejorar el estado de la cultura vasca en lo próximos años. "El acto de esta mañana es muy importante, porque es el punto de partida definitivo de este renovado proceso de planificación estratégica. Pero es solo un paso.
La valía y adecuación a la realidad del documento inicial que aquí os proponemos sólo será tal a partir de un trabajo intenso y comprometido de los diferentes grupos operativos, que en contacto estrecho con otras personas de diferentes sectores de la cultura irán dando forma y contrastando con la realidad sus apreciaciones", ha recalcado.
Urgell ha explicado además que el Contrato Ciudadano por las Culturas es un documento "abierto y vivo" sobre el que se tiene que ir trabajando con la finalidad de constituir el marco de actuación futura en este campo. "La voz de todos y cada uno de los integrantes de este Consejo, de quienes representamos instituciones de gobierno o parlamentarias, o de quienes personalmente podéis trasladar y representar el sentir y demanda de los diferentes sectores y sensibilidades de la cultura, tiene que servir para guiar en un ejercicio de gobernanza las líneas fundamentales de la estrategia para la cultura vasca de los próximos años", ha dicho.
De este modo, se pretende que en el plazo de un mes se tenga un documento suficientemente debatido y acordado que permita la constitución de los grupos de trabajo que "nos van a poner en contacto con la realidad y los que van a tocar lo verdadero, lo que se mueve y necesita cada sector o cada ámbito de nuestra cultura".
Durante su intervención, la consejera de Cultura ha pedido también "lealtad y exigencia" con este Consejo, que "es un organismo de participación para la cooperación. "Sólo sirve si aspira a sumar; para controlar a los diferentes ejecutivos que aquí nos sentamos existen otras entidades en nuestro entramado institucional. La reflexión entraña crítica, pero la crítica que aquí se pide es la que fuerza a otra realidad diferente y mejor, no la que se solaza en el placer de la simple negación de lo existente, en el rechazo o en el obstáculo", ha insisitido.