nueva delhi. Después de su visita en solitario al Taj Mahal, en India, hace dos años, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, cumplió anteayer con la promesa que hizo entonces y llevó a su esposa, Carla Bruni, a admirar el que está considerado el mayor monumento del amor.
El matrimonio, de visita oficial en India, paseó por el Taj Mahal en la ciudad de Agra (norte) escoltado por agentes de seguridad, si bien el recinto fue vaciado de turistas y la pareja pudo disfrutar de la obra arquitectónica con una paz inusual en el mayor reclamo turístico del país, según indicó la agencia IANS.
Nicolás Sarkozy y Carla Bruni vislumbraron el espectacular mausoleo al anochecer durante media hora, mientras curiosos y periodistas intentaban conseguir la imagen de postal desde las terrazas de los hoteles y restaurantes cercanos.
Los habitantes de Agra, que en la visita de Sarkozy en 2008 lamentaron no poder ver a la pareja en el monumento del amor, pudieron esta vez recibir a ambos, a pesar de que las estrechas medidas de seguridad impidieron saciar la curiosidad de la mayoría de indios.
India, muy apegada al protocolo durante las visitas de Estado, debatió en enero de 2008 la manera de recibir a la entonces todavía novia del presidente -cuya boda se iba a celebrar sólo unos días después-, hasta el punto de que un funcionario calificó la situación como un "dolor de cabeza logístico".
Pero Nicolás Sarkozy no olvidó entonces a Bruni durante la contemplación de este mausoleo y en el libro de visitas escribió su compromiso de volver de nuevo acompañado de su futura esposa.
El Taj Mahal es un gigantesco mausoleo islámico construido en mármol blanco en el siglo XVII por el emperador Shah Jahan en memoria de su esposa favorita, que murió al dar a luz.
Apresado años más tarde en una fortaleza cercana, Jahan pasó el resto de sus días contemplando la belleza del mausoleo, en el que trabajaron 20.000 obreros.
Tras su muerte, los restos del emperador fueron depositados junto a Mumtaz en el interior.
El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, llegó anteayer a India en una visita oficial de cuatro días, durante los que espera pactar con el país surasiático acuerdos sobre defensa, energía nuclear y desarrollo sostenible.
El presidente galo aterrizó sobre las 10.00 horas locales (4.30 GMT) en la ciudad meridional de Bangalore, acompañado de su esposa, Carla Bruni, y de una amplia delegación compuesta por siete ministros, varios parlamentarios y un grupo de empresarios.
Durante su visita, Sakozy, además de regresar al Taj Mahal, se reunirá en Nueva Delhi con el primer ministro indio -Manmohan Singh-, y finalmente se desplazará hasta la capital financiera, Bombay. En la última visita de Sarkozy al gigante surasiático, hace dos años, París y Delhi firmaron un acuerdo de cooperación nuclear civil.