"Sin la tele pública los aficionados al buen cine no tendríamos nada que hacer. La TDT y sus tropecientos canales no aporta nada a los cinéfilos y el panorama es desolador. Al menos gracias a TVE y al sistema de subtitulado podemos ver películas en su idioma original y en copias casi perfectas, nada que ver con esas copias infames de otros canales".