madrid. Zoe Valdés ha retomado el personaje de Yocandra, que la convirtió hace quince años en una escritora universal con La nada cotidiana, y la ha situado en un rincón cubano del París actual en El todo cotidiano, una novela "pantagruélica y coral", en la que se mezclan humor y dolor.

En la presentación de la secuela de La nada cotidiana, la escritora cubana señaló que si esa novela arrancaba con el parto de Yocandra, la actual lo hace a la inversa: Yocandra tiene que sacar ahora a su madre de Cuba y llevarla a París y, una vez allí, le tiene que enseñar todo, "como si volviese a ser una niña". Con esta novela "se cierra el círculo" al darse cuenta la protagonista de que el mundo supuestamente perfecto de la primera novela "no es tan perfecto y está lleno de guerras".

"Es una obra bastante cómica pero también amarga", según Valdés, en la que se cuestiona todo el orden establecido, muy en la línea de la polémica escritora cubana, quien aclaró que en la novela deja a los personajes cubanos "que demuestren que también tienen su lado bondadoso y solidario".