"No sé si la moral televisiva existe, hay razones para dudarlo. Es cierto que dejar en manos de Tele 5 algún asunto serio es como irte a operar las amígdalas a una carnicería, pero los responsables de la serie trataron de explicar que serían respetuosos con la inspección judicial en curso, delicados con las víctimas, rigurosos en el tratamiento. Quizá su prudencia hundió la propuesta. Para empezar, el título era tan cuidadoso como el avión, sin logos ni marcas".