Donostia. El cine mexicano será el encargado hoy, y por partida doble, de dar el pistoletazo de salida a la 58ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, tanto en la sección oficial como en la de Horizontes latinos. Y lo hará mientras todo el mundo espera la llegada de la actriz norteamericana Julia Roberts, que recibirá el Premio Donostia el próximo lunes.

Dos películas diametralmente opuestas por su temática, su estilo y el bagaje de sus directores, pero procedentes del mismo país, inaugurarán el certamen. Chicogrande, la primera película de la competición oficial es el último trabajo del veterano Felipe Cazals, de 73 años, que recibió el Ariel honorífico en la edición de este año y que en 1976 consiguió el premio especial del jurado de Berlín por Canoa. Concha de Plata en San Sebastián en 1985 por Los motivos de la luz, Cazals trae en esta ocasión al festival donostiarra una historia que parte de un hecho real: la invasión del poblado de Columbus, en Nuevo México, por parte de Pancho Villa.

Muy diferente de la historia intimista que firma el actor Diego Luna en su debut como realizador de largometrajes. Abel, que abrirá hoy Horizontes latinos, fue presentada en el pasado Festival de Cannes, donde recibió muy buenas críticas, en especial para su actor protagonista, el pequeño Christopher Ruiz-Esparza, de tan sólo nueve años, y sobre quien recae todo el peso de la historia.

Dos películas que demostrarán la pujanza del cine mexicano en una edición del Festival de San Sebastián en la que Europa y Latinoamérica dominan una programación y en la que el gigante estadounidense tiene una presencia testimonial. Un testimonio, sin embargo, de peso, ya que, junto al nombre de John Sayles en la competición oficial, aparece el de una de las grandes estrellas de la actualidad, Julia Roberts. La conocida como novia de América se dejará ver por San Sebastián con un doble objetivo. Por un lado, presentar su último trabajo, Eat, pray, love (Come, reza, ama) acompañada por su compañero de reparto, el español Javier Bardem. Y por otro, recibir el Premio Donostia, que recogerá el lunes, y que el festival otorga cada año en reconocimiento de una carrera. En este caso, el certamen dijo de Roberts que es alguien que "no necesita presentación" y la protagonista de "algunas de las películas de más éxito de los últimos veinte años".

Será sin duda uno de los momentos estelares de la 58 edición de San Sebastián, junto a la entrega del premio de la Federación Internacional de Críticos de Cine (Fipresci) a El escritor, del director Roman Polanski, que recogerá hoy la actriz Olivia Williams en la ceremonia de inauguración del certamen. Una gala que abrirá oficialmente una edición que se desarrollará hasta el día 25 y que ha apostado, en un año de crisis, por nombres menos conocidos, pero sin rebajar la calidad de sus propuestas.

Propuestas En la sección oficial, en competición por la preciada Concha de Oro, se podrán ver los trabajos del chileno Raúl Ruiz, del británico Peter Mullan, del noruego Bent Hamer o del surcoreano Kim Jee-Woon. Y en la sección dedicada al cine latinoamericano, tras Abel llegarán filmes como La mirada invisible, del argentino Diego Lerman; Nostalgia de la luz, del chileno Patricio Guzmán; Octubre, de los hermanos peruanos Daniel y Diego Vera o Agua fría de mar, de la costarricense Paz Fábrega.

Dentro de la sección Perlas de otros festivales se verán algunos de los filmes más aclamados de este año, como Poetry, del surcoreano Lee Changdong, que ganó el premio al mejor guión en Cannes, o Bal, del turco Semith Kaplanoglu, el Oso de Oro de la última Berlinale.

La argentina Carancho, de Pablo Trapero; Buried, del español Rodrigo García, o Happythankyoumoreplease, premio del público en Sundance (EEUU), son otras de las películas incluidas en Perlas.

Pero no sólo de ficción vive el cine. Y en San Sebastián se podrán ver también algunas interesantes muestras de documentales o de cine de no ficción. Bicicleta, cullera, poma (Bicicleta, cuchara, manzana), de Carles Bosch, que ha seguido durante dos años a Pasqual Maragall en su lucha contra el alzheimer; el corto Aral: el mar perdido, de Isabel Coixet, o las primeras proyecciones en el Estado de Autobiografía Lui Nicolae Ceausecu, de Andrei Ujica, y de Boxing Gym, de Frederick Wiseman.

Una retrospectiva sobre el director Don Siegel, responsable, entre otros largometrajes, del clásico Harry el Sucio (1971), completa una programación en la que "cada espectador encontrará su película y cada película sus espectadores", según el director del Festival, Mikel Olaciregui, que hoy comienza su última edición al cargo del mismo.