Nueva York. La modelo sueca Elin Nordegren -que el lunes se divorció de Tiger Woods- ha hablado por primera vez públicamente sobre "el auténtico infierno" que pasó con su ex marido, del que se separó al conocer sus infidelidades. "Ha sido un auténtico infierno para mí. Duele pensar que uno lleva toda una vida y... de pronto ¿fue todo una mentira? Pero he sobrevivido. Fue duro, pero aún estoy viva", ha dicho en declaraciones publicadas ayer por la revista People. Nordegren y Woods llevaban seis años de matrimonio cuando saltaron a la luz las escapadas sexuales de él, lo que motivó su separación y una dura crisis en la carrera del golfista.

"Me siento más fuerte que nunca. Tengo confianza en mis opiniones, en mis decisiones y en mí misma", dijo Nordegren sobre el divorcio. Ahora el objetivo es darse tiempo a sí misma y a sus hijos Sam Alexis, de tres años, y Charlie Axel, de uno, para adaptarse a la nueva situación. La ex modelo, que está estudiando Psicología, se negó a revelar qué parte de la fortuna de Woods recibirá tras el divorcio. "Con dinero no se puede comprar felicidad alguna ni reunir de nuevo a la familia". Según People.com, tras la separación definitiva Nordegren, de 30 años, podría recibir entre cien millones de dólares y hasta cinco veces esa cifra. En junio, The New York Times afirmó que las exigencias de la ex modelo sueca se elevaban a 750 millones de dólares y que buscaba la patria potestad exclusiva sobre sus hijos, algo que finalmente parece haberse resuelto a favor del deportista.

Con este panorama, la estrella del golf compite desde hoy en el Barclays Championship, en Nueva Jersey, primero de los cuatro torneos del playoff del PGA Tour, al que se accede por los acumulados en puntos de la temporada. Sin triunfos este año, Woods se encuentra en el lugar 112 entre los 125 golfistas que iniciarán la contienda, en la que afrontará el peligro de ser desplazado de la cima de este deporte por sus compatriotas Phil Mickelson y Steve Stricker.

Desde el 27 de noviembre del pasado año, una semana después de ganar el Masters de Australia, la vida de Woods ha estado asociada al escándalo. Un torbellino que nueve meses después parece no tener fin. Ese día Woods chocó con su coche en las afueras de su mansión y de inmediato salió a la luz pública su desordenada vida extramarital, lo que desembocó en la cancelación de importantes contratos publicitarios y una crisis en el seno familiar. Tras un mar de especulaciones y un largo silencio, reconoció sus infidelidades y ofreció una disculpa pública a Nordegren a través de su página en internet. Semanas después, ante un grupo de amigos y colaboradores, exteriorizó la posibilidad de volver a competir sin una fecha fija, ya que se encontraba en una clínica para controlar su adicción al sexo. Woods devolvió la alegría a sus seguidores al participar en el Masters de Augusta, en abril, donde finalizó en cuarto lugar. Sin embargo, los buenos resultados no llegan y Woods parece un fantasma de sí mismo.