vitoria. El artista andaluz Jacobo Castellano sube un nuevo peldaño del ciclo Praxis. El joven autor propone en el museo su proyecto titulado El mantel y el telón, a partir de una sala prácticamente vacía y con el auxilio de un receptor de faxes y una cuenta de correo electrónico.

El artista creará desde un sistema piramidal una cadena de colaboraciones, en forma de dibujos, ideas o comentarios, que irán dando forma y contenido de manera progresiva a su propuesta, vinculada a uno de los temas que más le ocupa: la memoria y los espacios que habitamos como lugares de conflicto. Castellano, acompañado de un asistente, trabaja en la propia sala a lo largo de cuatro etapas de una semana de duración, siguiendo el hábito establecido en el programa Praxis ante los visitantes del centro.

La obra de Jacobo Castellano (Jaén, 1976) lleva tiempo girando en torno a los temas de la memoria y de los espacios habitables como lugares de conflicto, como sucede en la obra Sin título (2005), perteneciente a la colección de Artium, que actualmente forma parte de la exposición El tiempo que venga.

El mantel y el telón, el proyecto que desarrolla dentro del programa Praxis, toma como punto de partida el impacto que le produjo, durante una estancia en Nueva York, la visita al decadente parque de atracciones de Coney Island, y en concreto a una atracción que prometía la contemplación de "la mujer más pequeña del mundo". La sensación de degradación que provocó este hecho es el origen del proyecto.

El mantel y el telón parte de una sala prácticamente vacía. Además de Jacobo y su asistente, sólo hay un fax, un ordenador y una escultura: una placa conmemorativa sin ningún tipo de inscripción y cubierta con una cortinilla que parece dar la impresión de que no hay nada que inaugurar. Castellano pretende la participación de "agentes externos" con los que establece relación gracias a una cadena conectada por fax (945 209 032) y correo electrónico (praxis.artium@gmail.com). El artista ha iniciado la cadena con el envío de una serie de dibujos, vinculados a la experiencia antes mencionada, a diez personas que a su vez pueden libremente reenviarlos.

Todos los receptores podrán a su vez enviar al fax y al correo electrónico sus propios dibujos, comentarios, esquemas o ideas, que serán el soporte, bien físico o documental, para el desarrollo del proyecto. Los visitantes serán testigos de los cambios que se produzcan en tiempo real y tendrán también la oportunidad de modificar la obra con un simple envío. Tal y como se indica en el fanzine que acompaña a Praxis, que se modificará y crecerá a medida que lo haga el propio proyecto, "un fax recibido puede cambiar el curso de la ejecución de la obra en una dirección inesperada". Art in progress... Y colectivo.