Vitoria. Mientras los niños conquistan el archipiélago del Festival de Juegos, una isla paralela se esconde en la sala Amárica. Lúdico y reflexivo, Playful&Playable propone a lo largo de su recorrido una ginkana interactiva en la que el espectador descubrirá, además del entramado que dibujan videojuego y arte contemporáneo, diferentes perspectivas sociales y vitales.
Todo parte del juego mismo. En una pantalla, el usuario se dedica a desenmascarar delitos a golpe de ratón. ¿O desenmascará acaso su forma de ver el mundo? En el plasma aledaño, el personaje se enfrenta a la rutina diaria. ¿O es quizás no ve las posibilidades que ofrece un monótono día cualquiera? Mejor no desvelar más. Mejor acercarse a la sala y jugar -con uno mismo- a descubrir misterios que van más allá de la destreza con los comandos o la barra espaciadora. Espaciar... sólo el pensamiento, en piezas narrativas, ludopoesías, críticas jugables, títulos todos ellos acuñados por Lara Sánchez, comisaria -especializada en el medio- de una muestra con ecos internacionales.
No en vano esta licenciada en Bellas Artes investiga en su tesis doctoral la relación entre la vanguardia creativa y el videojuego, y traslada a este proyecto, que "no se quedará en una exposición al uso", sus pesquisas. Porque, en este género audiovisual, "hay visiones muy diferentes al acercamiento comercial", desde lo contemplativo hasta la más analítica denuncia de los mecanismos de la economía.
"Son proyectos muy híbridos", reconoce la comisaria, que ha elaborado a través de once piezas un recorrido por las tendencias independientes de este lenguaje. "Habitualmente relacionamos videojuego con juventud y adolescencia", reconoce Lara, avisando a la par de que este litoral lúdico que se recorta en Amárica hasta el 15 de septiembre no cabalga ese tipo de oleajes. Y tampoco se trata de piezas residuales, densas o crípticas. "Algunos juegos incluso se pueden comprar, están comercializados".
En el próximo semestre, encuentros, talleres, live acts y proyecciones atracarán también en esta iniciativa experimental, pendientes aún de concreción y agenda. Y, mientras tanto, todo irá creciendo en http://amarika.org/play, el foro virtual que comienza ya a alimentarse de la participación. Porque este proyecto tiene vida propia. Porque una "exposición" no es ya una mera presencia entre dos fechas, no se convierte en efímero recuerdo sobre la pared. Las exposiciones son ahora encuentros de formas y pensamientos, vórtices de ideas. En este caso con obras que se pueden tocar, retocar y vivir. Jugando a un juego sin derrotas ni victorias. Pero siempre plagado de preguntas.