Un disco, "Daiquiri blues", y una gira, que hoy hace parada especial en Vitoria con motivo de la presentación del Azkena Rock Festival, que casi no pueden ir mejor. ¿El truco?

No hay o por lo menos no lo conozco. Espero que sea la consecuencia de llevar mucho tiempo trabajando bien las cosas, de forma honesta y poco a poco. Pero más allá de eso, no sé si existe truco.

Tras terminar la aventura en compañía de la Aristocracia, ¿estaba un poco a la expectativa de qué iba a pasar con el nuevo disco?

Miedo ninguno, bueno el propio de sacar un nuevo álbum, de que salgan bien las cosas, de que pueda haber un intercambio con el público... Con el paso de los años creo que he aprendido a saber diferenciar qué es lo que tiene que ver contigo y con tu trabajo y qué con la industria.

Hay quien ha dicho sobre "Daiquiri blues" que es el trabajo de madurez de Quique, que si es el más redondo, que si... ¿Está de acuerdo con esas cosas o prefiere pasar?

Sigo lo que se dice sobre mi trabajo, pero tanto los medios como los aficionados, y ahí me incluyo, solemos tender a poner etiquetas a casi todos los discos: que si es el de la madurez, que si muestra una evolución, que si es una vuelta a los orígenes... Pero, al final lo que de verdad habla son las canciones que tienes. Eso es lo que te define y es lo que más valoro yo. Luego, los adjetivos y cómo identificamos las cosas es algo secundario.

Alguien tiene el disco entre las manos o acude a uno de sus conciertos y ¿qué espera que pase?

Que le lleve a sitios y que le conmueva o le emocione, y que le haga revivir y remover cosas por dentro.

También la propia grabación del álbum fue una aventura, ¿verdad?

Sí, todo un viaje. Ya ha pasado un año pero lo tengo muy presente todavía: los músicos maravillosos con los que tuve la suerte de coincidir, el lugar en el que grabamos con toda la magia que desprende Nashville, la suerte de trabajar con un productor como Brad Jones... Todo eso y vivirlo en primera persona ha sido una experiencia muy buena para mí.

Como decía, ha pasado un año de la publicación y no sé si ha vuelto a escuchar el disco con tranquilidad y de encontrarse con algo nuevo.

Sabes lo que pasa, que no lo he escuchado. Es que no lo suelo hacer con ninguno hasta que no pasan dos o tres años de su publicación. Claro, en el proceso de hacerlo escuchas tantas veces las canciones que en algún momento tienes que parar. Además, si lo escucho sufro, porque siempre pienso que lo podía haber hecho mejor y no puedo disfrutarlo. Así que es mejor dejar un poco más de tiempo antes de estar en casa un día y volver a un álbum en concreto.

¿Qué diferencia a "Daiquiri blues" de los anteriores?

Bueno, he grabado ocho discos y siempre he intentado hacerlos distintos entre ellos y creo que en buena parte lo he conseguido. No hay ninguno que se parezca a Salitre, o a Kamikazes, o a... Hombre, el que está detrás soy yo y ahí hay una característica común a todos ellos, pero todo lo demás los diferencia.

Tal vez, este último transmite una idea más positiva...

Puede ser que sea un disco menos oscuro que otros, sí la verdad.

En los directos no le ha podido ir mejor hasta ahora, colgando el cartel de completo en muchos de ellos. Y eso que, como les sucede a otros, no es usted de los de estar en las radios comerciales todo el día y esos.

Yo me he tirado muchos años tocando para cuatro personas y poco a poco he conseguido ir sumando gente. Eso da responsabilidad pero también tranquilidad y orgullo. Cuando había poca gente salía a tocar y perdía dinero. Ahora no me pasa tanto.

¿En el escenario se siente distinto?

En el estudio se sufre más y en el escenario se disfruta más. El concierto es una celebración.

Hoy regresa a Vitoria, a un concierto que va a ser diferente por varias razones. La primera porque se grabará y formará parte de un fondo audiovisual del ARF que se está estudiando publicar...

Bueno, es especial porque tocamos en el Principal, porque lo hacemos en la inauguración de un festival que me encanta y porque me encuentro en un buen momento. Vamos a grabarlo, veremos si queda bien y si se puede aprovechar luego, pero bueno, lo importante es lo que decía antes.

Por cierto, ¿tiene algún recuerdo de su paso por el ARF de 2007?

Sí. Y de cuando tocamos en la sala Azkena, también. No sé, el ARF es uno de los mejores festivales que hay y es un honor tocar en él. Lo fue entonces y lo va a ser ahora.

¿Se va a poder quedar a algo? ¿Quiere ver a alguien en concreto?

Pues es por tocar nosotros pero voy a lamentar no poder ver a Dylan.

¿Dónde se siente más cómodo: en espacios abiertos para mucho público como Mendizabala o en lugares pequeños como el Principal?

Me gusta mucho tocar en teatros, la verdad. Y en salas bien acondicionadas, aunque tampoco hay muchas por ahí. Para hacer música lo mejor son los teatros porque hay menos ruido, la gente está como más atenta y concentrada... Aunque, al final, me gusta tocar y eso lo puedo hacer donde sea.

Y como público, ¿es de los de primera fila o en la barra mejor?

Depende del concierto, pero si es en una sala, siempre cerca de la mesa de sonido, que es donde mejor se escucha.

¿"Consumidor" de música o termina un poco saturado con lo suyo?

No, no, cansado para nada. Aquí en Cantabria hay menos oferta, lamentablemente, pero cuando estoy en Madrid voy a conciertos casi cada día. Además, tengo muchos amigos que tocan así que no paro. La agenda la tengo muy ocupada y a veces incluso me toca hacer doblete. Y me encanta comprar música. Soy un aficionado en toda regla.

¿Ya está pensando en el próximo disco?

Esta gira va a ser bastante larga y estoy muy agradecido por ello. Lo llevo bien y me da tiempo para descansar y para buscar las claves de lo próximo que quiero hacer, pero también necesitaré un paréntesis cuando termine el tour para detenerme un poco, pensar, cargar las pilas y llenarme de otras cosas.