MADRID. El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, recordó hoy al escritor fallecido José Saramago como un "mago de la palabra y un fabulador" que defendía "sinceramente" aquello en lo que creía.
El académico manifestó hoy en declaraciones a Europa Press que el premio Nobel es una "figura atractiva", aunque se trate también de una persona polémica en cuestiones políticas y en ideología religiosa. "Saramago contaba con un gran valor de sinceridad, propio de un hombre de campo hecho a sí mismo, que ha estado desde siempre comprometido".
En este sentido, destacó el gusto del escritor fallecido por las parábolas, "una forma tan popular de afrontar la realidad mediante una metáfora continuada" que constituye, a su juicio, "uno de los recursos más brillantes de Saramago".
Según indicó, el ensayista era una persona en la que la creación estaba ligada a su desarrollo biográfico y a todo su contacto con la cultura literaria en general. "Constantemente, desde sus memorias de la infancia, cuenta la experiencia que vivió y en su novela está presente siempre el mundo de los campesinos que vivían una vida miserable", señaló.
De la Concha precisó que esta vinculación con la tierra, entendida como tierra de matricia y en un sentido social, determinó su compromiso y afloró también en su novela. "Hay un tracto entre esta ligazón a las raíces y la traducción en su novela, que es donde está el arte literario de Saramago, algo que no se puede perder de vista", afirmó.
En lo personal, de la Concha destacó que se trataba de un hombre "muy entregado, cordial y sencillo", que estaba abierto a reconocer el valor de los demás. Según subrayó, "era un hombre generoso, que ha venido de un origen muy humilde", algo que, por tanto, "se apreciaba en su relación con los demás".
El académico quiso destacar, asimismo, la relación que unía al escritor con España. "Saramago era un hombre ibérico pleno, no sólo porque haya terminado casado con una española --vinculación que incrementó también con su residencia en Lanzarote--, sino que siempre tuvo esa conciencia ibérica de maridaje de las culturas hispánica y lusa", destacó.