Para el baloncesto, el Buesa Arena es un talismán de lo más valioso y ojalá lo sea también durante la final de la Liga ACB. Pero en lo tocante a la música, el pabellón está enfrentado con la suerte. O los conciertos se cancelan (con la decisión de ayer, Sabina se une a una lista en la que ya figuran nombres como los de El Canto del Loco), o, por lo menos en los últimos años, registran unas entradas más que bajas. Lo más seguro es que se trate de casualidades de la vida. Pero es evidente que la antigua plaza de ganado está reñida con los músicos, promotores y espectadores, y de ello pueden dar fe Calamaro, Bosé (que la última vez se cayó además del escenario), La Quinta Estación, Bisbal... Eso sí, ya se puede corregir esta situación puesto que el Buesa, tras la prometida ampliación, tendrá una capacidad más que atractiva para organizar grandes eventos culturales. Es de esperar que el gafe desaparezca para entonces.