Vitoria. El pasado lunes, liderando una iniciativa a la que cada año se suman más espacios culturales del Estado y que el próximo año es más que posible que cruce fronteras, la biblioteca de Artium liberó más de 500 libros de arte. Fue el anticipo de la celebración del Día del Libro, que ayer, en la jornada oficial de tan significada fecha, llenó el museo de distintos actos, incluyendo un combate amistoso entre bertsolaris y raperos.

Y como viene pasando en los últimos años, el centro aprovechó para inaugurar una nueva exposición de la mano de los amplios fondos bibliográficos que posee. Si en ediciones anteriores se han tocado temáticas como el erotismo en el arte o el graffiti, esta vez se ha puesto el ojo en el cine de la mano de la muestra La letra filmada. Del libro a la gran pantalla, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 5 de septiembre.

El título no engaña. El centro ha seleccionado más de 150 adaptaciones cinematográficas de la literatura universal. Nombres como Bernardo Atxaga, Cela, Valle-Inclán, Stephen King o Dickens se mezclan con los de actores, directores, guionistas... El tercer hombre, Casablanca, El Señor de los Anillos o Doctor Zhivago se suceden en esta muestra tanto en su versión en páginas como en pixeles de DVD. Cintas que, por si fuera poco, se pueden visionar en Artium de manera individualizada si así se quiere.

No se queda ahí la cosa. También se incluyen biografías de grandes nombres de la gran pantalla, así como ensayos sobre el cine y un amplio dossier de todos los títulos recogidos en la exposición. Hay además espacio para las bandas sonoras en formato CD, pero también para curiosidades como entradas de salas comerciales, partes de guiones, cartas de intérpretes y carteles de películas.

El recorrido, asimismo, tiene continuación en Internet. El museo ha habilitado una web donde se puede consultar información, realizar algunos juegos e incluso poner a prueba los verdaderos conocimientos cinematográficos y literarios que cada uno posee.

Todo ello para adentrase en una relación centenaria y a la que a buen seguro todavía le queda mucho por delante, la que mantienen establecida la literatura y la creación cinematográfica. En ocasiones ha sido un diálogo más que productivo, incluso antológico. En la mayoría, ha sido fluido. Y en otras, hubiera sido mejor cortar la conversación antes de tiempo porque cualquier parecido entre la historia contada en letras y la transmitida en fotogramas es pura coincidencia.

Ejemplos de todo ello hay en esta exposición que ayer se inauguró de forma oficial y que espera ser vista y leída durante los próximos meses. Eso sí, necesita tiempo para poder disfrutar con calma muchos de los títulos que se dan cita en la sala anexa a la biblioteca de Artium.

"Es una puerta abierta a todos los que quieran profundizar en dos mundos como el cine y la literatura", expresó ayer Elena Roseras, responsable de este espacio del museo, un punto de encuentro que siempre está en movimiento.