Madrid. La Asociación de Promotores Musicales de España presentó ayer su Anuario de la música en vivo 2010, en el que destaca el directo como el motor de la industria musical en la última década dentro de un panorama en el que "la música grabada está cambiando", según su presidente, Pascual Egea.
Para el periodista musical presente en el acto Diego A. Manrique, "el consumidor es el que va a tener el poder" porque "la música no está en crisis". Lo que no funciona, añadió, es el "modelo". Prueba de ello es que el anuario de la APM recoge que el número de conciertos en el Estado y la recaudación por venta de entradas se multiplicaron por dos en la última década.
Desde 2000 a 2008 -últimos datos disponibles- se ha pasado de recaudar 69,9 millones de euros a 150,1 millones en 2008 (un 53 % más). El número de espectadores ha pasado de 21,8 millones a los 33,4 millones (un 34,8%). El directo se ha convertido en uno de los puntos indispensables en la carrera de cualquier artista y España en una de las paradas obligadas.
Aunque el número de festivales se ha reducido ligeramente por la crisis económica, se han afianzado citas como el Primavera Sound de Barcelona, el Womadrid de Madrid o el Estrella Levante SOS 4.8 de Murcia que compiten con el mítico FIB.
La profesionalización del sector y la mejora del directo en cuanto a sonido y comodidad son los grandes retos de los promotores, según destacaron Egea y Julio Martí, director de la promotora especializada en Jazz, CP Jazz. Para Martí, "la sinergia va a ser lo más positivo" en los próximos años entre discográficas y promotoras aunque el sector es consciente de que 2010 va a ser "más duro" que 2009 por la crisis. Añadió que la SGAE sigue teniendo "una situación de privilegio" ya que "un 10% bruto de los ingresos de las entradas" recae en esta institución.