vitoria. El autor donostiarra Fernando Aramburu cambia de rumbo y, tras Los peces de la amargura, sobre el dolor causado por el terrorismo, publica Viaje con Clara por Alemania (Tusquets), una novela para "el disfrute y la sonrisa", que apuesta por la bonhomía, y hace una reflexión sobre la creación.

La novela relata la vida cotidiana de una pareja que emprende viaje porque ella tiene que escribir un libro, mientras que él hace las labores de ayudante, cocinero o chófer.., al tiempo que mira son sorna la profesión de escritor.

Aramburu rinde homenaje a Alemania, el país que le acoge desde hace 25 años. "Es un gesto de gratitud a un país, aunque no excluye cierta crítica. Es un elogio sin coba a un país que me ha acogido, de donde es mi mujer y donde están mi familia, mis amigos y sin el que este libro no hubiera sido posible".

Un libro donde Fernando Aramburu instaura un fondo de bondad a los personajes, porque dice que así se lo impuso él mismo desde el principio. "Les prohibí la maldad aunque, a veces, haya pensamientos maliciosos o perversos, como es lógico, pero no se consuman en la realidad".