Síguenos en redes sociales:

Tacto

Tuve un currelo en el que vivía, salvo sobresaltos puntuales, con sosiego, hasta que llegaba la revisión médica anual en la que, además de la analítica de rigor, te hacían repaso de casi todos los orificios corporales. Al principio me llamó la atención que efectuaran sucesivamente el tacto rectal y la revisión ocular, hasta darme cuenta de que, probablemente, por eso de economizar y minimizar la huella de carbono, se trataba de ahorrar líquido para dilatar pupilas, pues según te hacían el tacto rectal, entre el susto y la sorpresa, los ojos se disparaban de las órbitas y quedabas pintiparado para la revisión de ojos sin uso de química alguna.

Viene este recuerdo al hilo de que, al menos en asuntos de política, Euskadi se parece a mis serenas rutinas, mientras España tiene aires de parecer un continuo tacto rectal con dedos forrados de estropajo.

No obstante D. De Andrés, vasco popular, parece que aburrido de que aquí debatamos las cosas sin sacudirnos y que nadie le haga caso, ha decidido sacar su radiador de calentar el ambiente. Primero criticó al Lehendakari por defender el europeísmo, que lo hizo, al tiempo que el PNV apoyó, que lo hizo, la nueva Comisión Europea de la que participan Meloni y Orban. Ahora ha sugerido a D. Sémper que es un error esperar acuerdo con el PNV.

Recordando aquellas revisiones médicas, esas declaraciones extemporáneas en el sereno panorama político vasco son como tactos rectales que, tras sorprender, dilatan las órbitas de los ojos para ver muy claro que el PP ha pactado mil veces con el antieuropeo Vox o que, en su día, no votaron aquella Comisión solo por no apoyar a Dña. Ribera, a quien quisieron cargar la responsabilidad de la riada valenciana. Incluso se ve con claridad meridiana que siendo Diputado General de Araba, pactó los presupuestos con el PNV sin que este cometiese error alguno.

Para intentar soliviantar el tranquilo modelo político de Euskadi debe saber que tras cada tacto se ve mucho mejor que antes.