La reciente noticia sobre la cancelación de un posible festival del Cómic en Gasteiz ha aparecido en algunos medios de comunicación locales, tras declaraciones de la oposición política en nuestro Ayuntamiento. Esto pone de manifiesto, una vez más, el escaso consenso entre nuestros representantes, quienes a menudo parecen más interesados en criticar que en colaborar. La portavoz del Partido Popular expresó su decepción, describiendo el proyecto como “apasionante” y “muy avanzado”, con una previsión de atraer a 30.000 visitantes. Además, señaló que esta cancelación podría llevar a que el festival se celebre en otra ciudad cercana, afectando negativamente a la economía local, incluyendo la hostelería, el comercio y los hoteles. Un futuro muy negro, nos aguarda, por lo tanto.

Es difícil evaluar si el carpetazo a este proyecto representa una pérdida para el panorama cultural o económico de nuestra ciudad sin conocer sus detalles. No obstante, está claro que una política cultural basada únicamente en festivales no puede sustentar un desarrollo cultural robusto y a largo plazo. Los festivales pueden complementar una estrategia cultural, pero no deben ser su única columna vertebral. La política cultural predominante en estos lares parece ser la organización de festivales como panacea para el desarrollo no sabemos muy bien si cultural o económico de nuestra comunidad, una tendencia que podríamos denominar como “festivalismo especulativo”. Este enfoque, que prioriza la creación de eventos temporales no es sostenible ni beneficioso para el tejido cultural de la ciudad. Ningún sector cultural vive de los festivales, en resumen.

Sobre ese nonato festival de cómic, es preciso recordar que un salón del cómic funciona de manera similar a una feria del libro: requiere la participación activa de editoriales, autores, y librerías especializadas quienes solo acudirán si existen perspectivas reales de ventas y beneficios. Grandes saraos como estos suelen desplegarse en ciudades de gran formato, con un mercado potencial mayor y con gran presencia de editoriales, librerías, lectores y autores. ¿Cuántos agentes relacionados con el cómic tienen sede en nuestra ciudad? Es una pregunta retórica. Quizá la política cultural adecuada pase por promover su creación. Abonar primero la tierra para poder recoger sus frutos.

Hace más de una década, la desaparecida ARICH (Agencia de Revitalización Integral de la Ciudad Histórica) encargó a expertos en cómic la elaboración de un proyecto similar, concluyendo que un festival de este tipo en Gasteiz tendría dificultades para atraer a editoriales, autores y públicos dada nuestra proximidad con el Salón del Cómic de Getxo, un proyecto con fuerte presencia.

La cultura de una ciudad se nutre de una base sólida de apoyo continuo a artistas, programas educativos y la promoción de espacios de creación y difusión. Necesitamos una visión a largo plazo que integre estos elementos y que no dependa exclusivamente de eventos temporales.