La misma semana que el Ayuntamiento anunciaba que diez nuevas calles de Txantrea Sur llevarán nombres de otras tantas mujeres represaliadas por el franquismo, se dedicaba en Pamplona una pastoral a una de ellas, Julia Fernández Zabaleta. No es la primera vez que nuestra capital muestra la validez actual y urbana de un género hasta hace pocos años estrictamente rural y circunscrito a la pequeña provincia de Zuberoa. En 2015, el trabajo conjunto de diferentes asociaciones relacionadas con la cultura vasca dio como fruto Joxemiel Bidador pastorala, homenaje a la vida y obra de este escritor, dantzari e investigador pamplonés fallecido en 2010 sin cumplir los 40 años. Casi una década después, el auzolan de entonces ha vuelto a ponerse en marcha para producir otra obra de este género que aúna teatro, canción y danza. Los impulsores del proyecto han querido recuperar así la figura de la maestra pamplonesa Julia Fernández Zabaleta, militante nacionalista, conferenciante, mitinera, impulsora del euskera, pionera de las nuevas corrientes pedagógicas y de la participación de la mujer en la vida política, social y laboral. A raíz del golpe de julio de 1936 Julia fue desposeída de su plaza en las escuelas de San Francisco y se escapó a Iparralde, donde siguió ejerciendo la enseñanza con los hijos de los exiliados. De vuelta a Pamplona tuvo que ganarse la vida dando clases particulares en su casa de la calle Dormitalería, pues la plaza no le fue devuelta hasta 1957, muy pocos años antes de su muerte. De todo esto habla esta obra dirigida por Ihitz Hiriart, con texto de Mikel Taberna y protagonizada por Irantzu Fernández en el papel de Julia. Casi tres horas de representación que supo a poco a muchas de las 300 personas que llenaron el sábado las gradas del patio, precisamente, de las escuelas de San Francisco. Este domingo repiten, pero no os canséis, porque también las entradas están agotadas.
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