Había expectación por el debut con picadores del recién entronizado presidente del PP Vasco, Javier de Andrés. Y se ve que el propio interesado llevaba ese comecome por dentro porque salió ante los medios con indisimulables ganas de regalar titulares de alto octanaje. El ímpetu fue tal que, aunque teóricamente se trataba de una comparecencia para el terruño, sus entrecomillados llegaron del primer patadón hasta las grandes cabeceras del Estado. No fue para menos. El que algunos perfiladores despistados presentan como político moderado aseguró que le parecía una reacción “muy sana” que la gente se manifieste contra la amnistía ante las sedes del PSOE. Según él, algaradas como la del lunes en la madrileña calle Ferraz, donde los antidisturbios se tuvieron que emplear a fondo, son “expresiones populares y espontáneas” que indican que hay un pulso por la democracia. Pero no terminen de pasmarse, porque después de soltar esas lindezas, aún tuvo el cuajo de criticar la dureza de la actuación policial para contener a los agresivos participantes en la protesta.
¿Se puede empeorar la actuación? Sí, se puede. Cuando De Andrés y sus responsables de prensa se dieron cuenta del incendio provocado, quisieron salir a apagarlo. En una nueva declaración, el sustituto de Carlos Iturgaiz matizó que cuando habla de las protestas como “reacción muy sana”, no se refería específicamente a las de anteayer, sino que estaba hablando en general. Ahí terminó de hacer gala de su escasa gallardía –¿por qué no reconocer que se había pasado de frenada?– y de su difícil relación con la verdad. Como puede comprobar cualquiera en el vídeo de las declaraciones, en todo momento el nuevo encargado de la sucursal vasca de Génova se estaba refiriendo específicamente a los acontecimientos de la noche anterior en Madrid. Y no ha hecho más que empezar. – Javier Vizcaíno