¿Los seres humanos somos superiores al resto de los animales? Tenemos cosas que no tienen los animales. Somos supuestamente racionales.

Hay veces que pienso que esas diferencias no son tan grandes. Al igual que los animales, nos dejamos guiar por el instinto, por reacciones que vienen más de la tripa y menos del cerebro.

Cuando los nubarrones asoman, nuestro instinto nos mueve a ponernos a cobijo de la tormenta. Nos mueve mucho más el miedo, que la racionalidad de mejorar las cosas. Mientras estemos a cobijo, lo demás queda lejos. Eso sí, cuando percibimos que quienes están bajo la tormenta se parecen más a nosotros, o nos parece que la tormenta viene en nuestra dirección, nos inquietamos más.

Ucrania nos pilló más cerca. Al principio, sacudió el tablero y, por distintas razones, la parte de nuestra tribu que se sienta más a la izquierda no sabía con qué bando simpatizar y parte de quienes se sentaban más a la derecha, por otros motivos, tampoco. Cuando estalló la tormenta allí, la reacción en nuestra tribu tuvo destellos aislados de empatía. Cobijamos a civiles inocentes en las mejores condiciones posibles.

Varios grupos islamistas fueron liquidados en Siria y alrededores, y la forma en que la población civil allí fue también carne de cañón nos impactó mucho menos que ahora en Israel y Palestina, donde nos entran remordimientos y angustia. Y toda racionalidad es atacada por maniqueos de un tipo u otro en la batalla mediática y en redes.

Ahora, del sur, nos llegan gentes de otro color huyendo de otras tormentas distintas y persistentes en el tiempo. Algunos quieren que los percibamos como amenaza. Dicen que nos hemos de preocupar por que “deambulen” por las calles y se cobijen en los mismos sitios que los ucranianos. El frío análisis nos lleva a la empatía, pero quienes quieren que seamos racistas son la verdadera amenaza. Acaso mucho de ese racismo, que unos quieren aprovechar, también esté detrás de muchas de las tormentas.

@Krakenberger