Ayer, en Zas Kultur, dos artistas alaveses, Garmonbozia e ISdeO, presentaban 23-J una propuesta audiovisual que buscaba generar una reflexión sobre la actual situación de avances reaccionarios que amenazan la actividad artística.

23-J se desplegaba como un diálogo entre dos artistas que provienen de diferentes medios: sonido e imagen. Sin embargo, en esta ocasión, ambos lenguajes se entrelazaban para abordar los riesgos de un futuro marcado por regresiones políticas y culturales, convirtiéndose en los temas centrales de esta iniciativa.

La pieza combinaba música y vídeo, creando una sinergia entre dos formas de expresión diferentes. Los artistas se inspiraron en los elementos visuales y sonoros de las opciones políticas, así como en sus discursos y contradicciones. La idea era generar un espacio de pensamiento crítico en las postrimerías de la campaña electoral.

23-J se enmarcaba en el contexto de la actualidad política española, salpicada por varios manifiestos que provienen de personas del ámbito cultural que se posicionan en contra de lo que llaman “ofensiva conservadora”. Entre estos manifiestos, destaca uno firmado por Pedro Almodóvar, Rozalén y Buenafuente, que anima a la población a votar pues las consideran especialmente decisivas. Los firmantes argumentan que estamos presenciando una nueva ofensiva conservadora, con tendencias ultraderechistas, tanto en España como en otros países europeos.

Asimismo, la asociación de guionistas de cómic Argh ha firmado un manifiesto titulado Manifiesto contra la ignorancia, donde se recomienda que se vote poniendo nuestra cultura y nuestro patrimonio artístico en el centro de atención.

Volviendo a 23-J: se trata de una propuesta artística que pretende contribuir al debate político y cultural actual. Una invitación a reflexionar sobre la importancia de la cultura y la necesidad de defenderla frente a ataques retrógrados. Una actividad que surge del arte pero teñida de carga ideológica, en línea con lo que se puede considerar como arte político.

El arte político se ha convertido en una forma de expresión cada vez más relevante en el contexto actual, ya que permite a los artistas manifestar su posición frente a cuestiones políticas y sociales, al tiempo que invita al público a reflexionar y participar en el debate público. A través de su carga ideológica y su capacidad para generar diálogo y acción, el arte político desempeña un papel fundamental en la construcción de una sociedad más consciente y comprometida.

El arte político busca, por lo tanto, abordar cuestiones políticas y sociales mediante la creatividad y la estética. Tiene como objetivo transmitir mensajes políticos, generar conciencia crítica y promover el cambio social. A través de diferentes medios como la música, el cine, la pintura, la performance o la literatura, el arte político busca provocar emociones, reflexiones y debates en torno a temas relacionados con el poder o la justicia.