Euskadi, Nabarra, Baskonia, Euskalherria… cuarenta y cinco años después de salir del negro túnel del franquismo y a diez del final de ETA, los vascos del siglo XXI, vascos de ambos lados del Pirineo, nos encontramos transitando hacia un futuro lleno de incertidumbres. La Identidad Nacional Vasca (INV) pivota entre lo que fuimos y lo que desde ideologías antagónicas se persigue ser. La INV vive y actúa para dinamizar los objetivos de la Causa Nacional Vasca (CNV); una causa de identidad y libertad que los abertzales deseamos vivir y construir.
Siete provincias (herrialdes), dos estados, España y Francia, que no reconocen nuestra INV y tres administraciones públicas sujetas a constituciones que niegan el hecho nacional vasco y su ejercicio de autodeterminación; nuestra CNV.
La INV se vive y transmite desde el euskera, lengua original de nuestra Euskalherria y también desde el español y el francés. Ningún abertzale niega la necesidad de proteger, apoyar y dinamizar toda acción posible hacia nuestra lengua; es más, todo esfuerzo económico, social y político será escaso para su defensa y proyección. Organizaciones como la Federación de ikastolas, y muy especialmente SEASKA, diría que forman la vanguardia de la CNV; vanguardia cultural y sociológica libre de cualquier ideología política. Quienes desde el euskera discriminan al erdeldun, hable español o francés, negando su INV, si así la reivindica para sí y los suyos, basan su estrategia en un autoritarismo ideológico contrario a la historia e ideales democráticos de nuestro pueblo; el Pueblo Vasco de ambos lados del Pirineo.
La INV se ha transmitido, se trasmite y vive a través del euskera, del francés y del español; aunque a muchos les cueste entenderlo o asumirlo. La CNV ha sido, es y será, el compromiso militante de lucha y defensa, clandestina en un tiempo ya superado, comprometido y vivido desde el euskera, el francés y el español. Lo que yo estoy haciendo en este momento, escribiendo y reivindicando nuestra INV desde el español, también lo hacen nuestros vecinos y hermanos de Iparralde desde el francés; y por supuesto, también, desde el euskera.
Cuánto ignorante desprecia insustancialmente a muchos de nuestros hermanos de Iparralde llamándoles “gabachos”; insultándolos… Quienes desde la política reivindican una Euskalherria independiente y socialista (EH Bildu) y a su vez se dicen republicanos, yo les digo que se autoengañan y engañan. No quiero ser pesimista, pero a estas alturas de nuestra historia la Independencia (interdependencia) no la traerá el socialismo (dictadura); quizás sí la democracia. Una democracia con INV, sometida a una sociología activa y militante en favor de la CNV; una realidad que me preocupa, pues siento que hemos perdido la calle. Ahí lo dejo.
Es por todo ello que reivindico y asumo las tres lenguas como vehículos de expresión de nuestra INV. Con ello quiero recuperar para nuestra memoria histórica, la lucha y entrega que hicieron nuestros mayores, mujeres y hombres. Gudaris, mujeres y hombres que dieron su vida por la CNV. Guerra…, exilio…, cárcel…, fusilamientos…; mártires de una patria y por una libertad que no pudieron ver, gracias al asesino Francisco Franco Bahamonde. En el siglo pasado Francia se puso de costado, nos acogió, pero se puso de costado. Hoy, al igual que ayer, España y Francia configuran una tenaza para nuestra CNV que deberemos ir oxidando con inteligencia, solidaridad y unidad: batasuna.
Para los que ya tenemos una cierta edad, acompañada de otra cierta memoria histórica, un hecho de liberación y constitución nacional, simpatizó con nuestros ideales; fue el Estado de Israel. Judíos repartidos por medio mundo, regresaron a su nueva patria; llegaron hablando múltiples lenguas diferentes; pocos dominaban el hebreo. Lo primero que hizo la nueva Israel fue formar y enseñar a sus nuevos ciudadanos el idioma hebreo; una necesidad y una obligación para cohesionar a su nueva sociedad. El hebreo como primera y obligatoria lengua, el inglés como lengua complementaria y una tercera optativa; curiosamente esta última y mayoritaria es el español. Israel, su identidad nacional y su causa, realizadas.
Miro con sana envidia y me fijo en Suiza, una confederación con 26 cantones, tres idiomas y un dialecto: Alemán, Francés e Italiano, mas el Romanche. Un país, una nación, neutral, europea, independiente; ejerciendo una democracia participativa ejemplar. Un modelo a tenerlo muy en cuenta, máxime para todo aquél vasco, hombre o mujer, que se reivindique republicano; y que lo haga para que nuestra patria pueda ser una República, independiente, democrática y euskaldun. Suiza un país soberano, plurilingüe, su identidad y su causa realizadas.
La CNV es un ideal que no caduca; La Causa Nacional Vasca tal y como la publicó y definió Landaburu, en tiempos del exilio, se encuentra hoy más vigente que nunca; por ella dieron su vida el Lehendakari Agirre, Rezola, Ajuriaguerra, Irujo…, y tantos otros, mujeres y hombres ejemplares, héroes de una causa aún sin concluir. El ideal nacional vasco debe de ser contemplado y vivido, cultural y políticamente en clave confederal; aunque sea una utopía, Euskalherria, siete herrialdes o cantones, sitos a ambos lados del Pirineo. Una patria, una nación, un pueblo con tres idiomas que reivindican su existencia y ser republicano, dentro de una Europa también confederal. Euskadi, Nabarra, Baskonia, Euskalherria como un todo. Y sobre todo reconociendo a Sabino Arana como padre de la patria, porque antes de él nadie hablo de la Patria, con mayúsculas, de los vascos. Euzkotarren aberria Euzkadi da. Nuestra identidad correctamente definida, nuestra causa una aventura militante y vital; siempre en nuestro horizonte.
¿Y todo esto porque no lo reconoce la autodenominada izquierda abertzale?
Ex miembro del BBB del PNV