“La digitalización de las pymes es imparable y cada vez más asequible”

¿Qué supone la digitalización de las empresas? 

-Se trata de un proceso continuo de paso de lo analógico al mundo digital. Las empresas se apoyan en las tecnologías y en la digitalización para lograr un fuerte componente de personalización, que muchas veces repercute directamente en unos recursos humanos y unos materiales más eficientes. También optimizan el tiempo que tardan en prestar servicios a sus clientes. De hecho, las empresas que no se han digitalizado a cierto nivel ya han sido expulsadas del mercado o están en proceso de serlo. 

La transformación digital es un proceso continuo que viven las empresas. Esto se debe a la evolución tecnológica que supone y a la adaptación constante al entorno que deben afrontar. Además, el proceso puede contar con un “efecto secundario” con mucho valor potencial como es la capacidad y la ventaja de obtener datos estructurados a lo largo de la digitalización. El reto es no perder esos datos, es decir, almacenarlos, para después explotarlos y convertirlos en información que prediga el futuro y pueda ayudar a la toma de decisiones de negocio.

Siendo tan positiva esa evolución hacia lo digital, ¿a qué se debe que muchas empresas no se atrevan aún a dar el salto a lo digital?

-Existe el prejuicio de que la tecnología es cara; pero lo cierto es que cada vez resulta más asequible. Las tecnologías son caras cuando nacen. Poco a poco van bajando costes y también disminuye el tamaño de las empresas que pueden acceder a ellas.

En el mundo de la digitalización hay trabajo para todos. El experto en negocio tiene que saber, cada vez con más urgencia, sobre tecnología. Así como el experto en tecnología debe conocer un mínimo de negocio, consiguiendo con ello facilitar la digitalización evolutiva entre todos los perfiles de la empresa. El hecho de que el personal experto en negocio de la Pyme tenga que dedicar esfuerzo y horas en profundizar sus conocimientos en digitalización es un reto al que se le debe aplicar sentido común. Al final, este crecimiento grupal de experiencia digital debe contar con un equilibrio entre rentabilidad e inversión en costes tecnológicos y de esfuerzo.

Por todo ello, y con el fin de ascender en un incremento tecnológico, hay un gran tejido de pequeñas empresas tecnológicas que sirven a las Pymes y desarrollan su trabajo de personalización digital. 

Vivimos el boom de la Inteligencia Artificial (IA)...

-Una de las consecuencias de la digitalización es que la tecnología que le da soporte proporciona datos estructurados sobre lo que sucede en el proceso de ventas, de fabricación, o en el de atención al cliente. Esos datos pueden convertirse en información que permita tomar mejores decisiones de negocio. Hay que sacar los datos del proceso digital y presentarlos para ayudar a tomar decisiones. Y la IA puede utilizarse para analizar los datos, detectar patrones ocultos. Así que tenemos los datos de lo que sucede para tomar mejores decisiones en el presente y con los que podemos adelantar lo que va a suceder más adelante gracias a modelos predictivos generados por IA.

¿Qué es la Inteligencia Artificial Generativa?

-La que no requiere la intervención de expertos en tecnologías y en análisis de datos. Ese cambio de paradigma es apasionante porque cualquiera puede relacionarse con esa IA. Estamos en un momento exploratorio; tenemos que definir cómo ese asistente, que va creciendo y ganando cada vez más capacidades, puede ayudar a incrementar la productividad en el día a día.

¿Está la IA Generativa al alcance de las pymes?

-En nuestra propuesta base para pymes incorporamos las mejores herramientas de ciberseguridad, que incluyen un servicio de gestión y monitorización que ponemos a disposición del cliente y, además, un experto digital ayuda a implementarlas. En este contexto, tenemos en cuenta también la IA Generativa, del actor más importante del mercado, Microsoft. OpenAI, que es quien que sacó ChatGPT, es una empresa muy relacionada con Microsoft y nosotros, dentro de la propuesta para pymes, incluimos también las herramientas de Microsoft que están incorporando progresivamente este tipo de IA. La IA generativa, en lenguaje natural, es una nueva vertiente accesible para los no especialistas que tiene el potencial de cambiarlo todo. 

La inevitable digitalización viene con peligros que hay que saber manejar...

-Efectivamente, existen peligros como la vulnerabilidad de las empresas a incidencias en la tecnología que soporta los procesos digitales: fallos de software, fallos de hardware, fallos de alimentación o climatización, etc. También la ciberseguridad es una pieza clave a tener en cuenta: los incidentes pueden ser letales, por lo que debe tenerse en cuenta en cada paso de los procesos y la implantación de la tecnología; además de mantenerse operativa permanentemente.

En este ámbito, ¿cómo ayuda Euskaltel a las pequeñas y medianas empresas? 

-Primero reconociendo esos peligros de los que hablamos, buscamos que nuestro servicio incorpore soluciones que ayuden a contenerlos. Como operador de telecomunicación, incorporamos mecanismos para que la conectividad no falle en ningún caso a las empresas. Por su parte, nuestra propuesta es la más potente del mercado en relación a la conectividad móvil, logrando que nuestros clientes no experimenten fallos en su cobertura. 

Asimismo, ofrecemos soluciones que incorporan la IA generativa de Microsoft. En relación a esto, contamos con un área específica de explotación y analítica del dato mediante IA que, a pesar de que en este momento no está disponible para las empresas más pequeñas, ya está recorriendo el camino de democratización de soluciones. Con ella ponemos a disposición de nuestros clientes toda una plataforma de almacenamiento y explotación del dato sobre la cual se construyen este tipo de proyectos, entre otros. 

Mencionar también la inclusión de herramientas de ciberseguidad y experto digital. En Euskaltel contamos con Scudo, un servicio de ciberseguridad integral que incluye las mejores herramientas de protección en los elementos críticos avaladas por el Centro Criptológico Nacional y un centro de operación certificado por el Esquema Nacional de Seguridad a un coste asequible para cualquier empresa, incluidas las pymes.