MADRID. El acoso en Internet, y sobretodo en Instagram, es un problema que la compañía ha intentado solucionar de diversas maneras. Por ello, desde la empresa han desarrollado una nueva fórmula contra el acoso, la función de restringir, que primero probó en julio y este miércoles 2 de octubre ha empezado a distribuir a todos los usuarios.
El objetivo de esta función es acabar con las interacciones no deseadas. Cuando el usuario seleccione una cuenta para restringir, dicha cuenta podrá seguir comentando las publicaciones pero con la diferencia de que el comentario solo será visible para quien lo envía. Ni el usuario ni sus seguidores recibirán este mensaje, salvo que la cuenta que restringe permita que sus seguidores lean este mensaje.
Lo que ha impulsado a Instagram a crear esta nueva función ha sido que las anteriores medidas, como bloquear, dejar de seguir o denunciar comentarios, muchas veces agravaban más la situación.
Sin embargo, esta función hace que la persona restringida no sepa que lo ha sido y tampoco podrá ver si el usuario está activo en Instagram o si ha leído sus mensajes directos.