LONDRRES. Pese a este sorprendente hallazgo, los expertos han descartado que este planeta -situado en el sistema binario Alfa Centauri- sea habitable, aunque esperan que este sistema estelar albergue nuevos planetas en los que la vida sea posible.
La estrella alrededor de la que este planeta orbita, denominada Alfa Centauri B, es una enana naranja, un poco más vieja que el Sol y con una actividad estelar similar, según el astrofísico portugués Xavier Dumusque, de la Universidad de Ginebra y director del estudio.
Dumusque dedujo la existencia del planeta gracias a las mediciones del telescopio del Observatorio Europeo del Sur situado en la localidad chilena de La Silla, y al efecto Doppler, una técnica que permite hallar nuevos cuerpos por los cambios producidos por el tirón gravitatorio que ejerce este planeta.
Uno de los principales objetivos de los astrónomos es encontrar planetas con masas similares a la Tierra, cuya estrella sea parecida al Sol y que estén a una distancia habitable de ella, lo que permitiría la presencia de agua en estado líquido.
Sin embargo, el planeta hallado se encontraría tan cerca de su estrella que la temperatura oscilaría en torno a los 1.500 grados kelvin (1.227 grados centígrados), demasiado elevada como para contener agua líquida.
Así, la superficie del planeta estaría recubierta de materiales derretidos por el calor, similares a la lava, describió Dumusque en una rueda de prensa celebrada a través de internet.
Las pocas probabilidades de hallar agua líquida ha motivado que los científicos no lo consideren un "gemelo" de la Tierra y hayan descartado que pueda albergar vida, al menos, según las características con las que se concibe en la actualidad.
Desde 1995, se han encontrado varios cientos de exoplanetas, pero ninguno dentro de la denominada zona de habitabilidad respecto a su estrella, según el artículo de "Nature".
Los astrofísicos mantienen la esperanza de hallar un planeta cercano al anunciado hoy que cumpla todas las condiciones, ya que las teorías actuales defienden que la formación de un planeta parecido a la Tierra sería posible en torno a Alfa Centauri B.
De hecho, los investigadores calculan que este planeta podría estar acompañado por hasta seis más, y algunos podrían estar situados dentro de la zona de habitabilidad.
Los científicos monitorizan también a su estrella hermana en el sistema -Alfa Centauri A-, aunque reconocen que en este caso la detección de planetas a su alrededor es mucho más compleja porque su brillo es más intenso, lo que dificulta las mediciones.
"Los próximos años van a ser muy emocionantes a la hora de hallar nuevos planetas en este sistema, algunos de ellos probablemente habitables", aseguró Greg Laughlin, experto de la Universidad de Santa Cruz (California, EEUU).
En los próximos meses se llevarán a cabo nuevas mediciones para confirmar la existencia del planeta descubierto y obtener nuevos datos sobre su atmósfera -si la tiene- y sobre la composición de su superficie, averiguaciones que hasta ahora sólo se han podido llevar a cabo en exoplanetas más grandes.
"Es un descubrimiento muy importante porque es nuestro vecino más cercano, lo que da pie a posibilidades muy emocionantes para seguir investigando", explicó por su parte el astrofísico Stephane Udry, de la Universidad portuguesa de Oporto.
Sin embargo, aún tendrán que pasar décadas de avances tecnológicos que permitan enviar exitosamente una misión espacial hasta los planetas de esta constelación, añadió el científico.