BARCELONA. "Bloon" es un enorme globo de helio del que penderá una cabina con capacidad para dos pilotos y cuatro "turistas" que no deberán realizar ningún entrenamiento especial para el vuelo ni tener unas condiciones físicas determinadas, asegura a Efe el responsable de la empresa, José Mariano López Urdiales.

El globo se elevará, por la menor densidad del helio, hasta una altura de entre 30 y 36 kilómetros, un punto en el que ya se ve perfectamente la curvatura de la Tierra, y se observa también la oscuridad del cielo y las primeras estrellas: "una experiencia visual similar a la de los astronautas".

Hasta que decidió dedicarse por completo a este proyecto, López Urdiales, fue profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (Barcelona), centro del que provienen todos los trabajadores de la empresa catalana.

El vuelo, con una duración de unas cinco horas y media, partirá de una localización todavía por determinar -están en conversaciones con diferentes administraciones locales- pero donde no podrá haber ni mucho tráfico aéreo ni estar ubicado en un área junto a la costa en la que haya viento fuertes que pudiera llevar el globo al mar, "porque aunque amerizar es factible resulta incómodo".

El cubículo del globo será igual de cómodo que un avión, incluso sin las molestias de espacio y de presión típicas de las aeronaves.

"Volaremos con unas condiciones de temperatura, presión y humedad como las de la Costa Azul; vamos, que estará uno muy a gusto, el pasaje no tendrá molestias", recalca López Urdiales, que asegura que a pesar del elevado precio del viaje han detectado mucho interés.

En cualquier caso, los 110.000 euros del pasaje del "Bloon", que no está al alcance de todo el mundo -reconoce López Urdiales- son "una ganga" comparado con los 35 millones que cuesta volar al espacio con la Agencia Espacial Rusa "para tener una vista de la Tierra muy similar".

Existen varias empresas en todo el mundo detrás de poner en marcha viajes estratosféricos, aunque en zero2infinity confían en poder ser los primeros en comercializarlos, en concreto antes del 2015, en 2013 si los plazos más optimistas se cumplen.

De momento -afirma el promotor- es la única compañía que ha subido hasta la altura del vuelo previsto con un vehículo a escala no tripulado pero con los sistemas necesarios para permitir la presencia de personas.

El "Bloon" -nombre que juega con los términos en inglés "bloom" (florecer) y "baloon" (globo)- deberá pasar una serie de controles de seguridad para actividades aeronáuticas antes de que la empresa reciba los permisos administrativos.

"Entre nuestros socios tenemos a uno de los principales fabricantes de globos que han certificado el proyecto", incide el responsable de la empresa sobre su viabilidad técnica.

De hecho, para la "vela" (el globo en sí, donde se almacena el gas) se utilizará una ya en el mercado para vuelos científicos -no tripulados- mientras que la cabina definitiva aún no se ha construido, pero se han creado prototipos en los que han volado.

El desarrollo de "Bloon" supone una inversión inicial de unos 20 millones de euros. La empresa, además de intentar conseguir algunos patrocnadores, está capitalizándose y en proceso de buscar nuevos inversores.

López Urdiales remarca que a pesar de la expectación que existe por este tipo de viajes tan exclusivos, no quieren financiar el proyecto con el dinero obtenido por la venta de billetes por anticipado como, asegura, están haciendo otras compañías.

"No nos gusta hacer esperar a la gente. Tenemos un centenar de agentes de viajes que están informando, pero las ventas comenzarán cuando el inicio de la actividad esté más próximo", remarca.