WASHINGTON/BOSTON. El virus hacía uso de una 'botnet' para obtener importantes datos del usuario, como el número de la cuenta bancaria. La 'botnet' es un dispositivo que se activa de manera automática y autónoma. Los delincuentes retiraban luego el dinero mediante transacciones fraudulentas en la red, ha precisado el Departamento de Justicia estadounidense.

Los técnicos del Gobierno han logrado desactivar la 'botnet' tras más de una década operativa. La operación requirió el visto bueno de un tribunal de Conecticut para confiscar los discos duros desde los que se difundió la aplicación.

"Fue mucho el dinero robado a gran escala por criminales extranjeros. El FBI quería detenerlo e hizo un trabajo increíblemente bueno", ha dicho San Paller, director de estudios del Instituto SAN, un grupo sin ánimo de lucro que combate el crimen en Internet. La mayoría de los ordenadores infectados están en Estados Unidos.

"Estamos bastante seguros de que un grupo criminal ruso está detrás de esto", ha comentado Paller. A su vez, la Fiscalía de Conecticut ha recibido una demanda civil interpuesta contra 13 individuos extranjeros por identificar, los cuales están siendo investigados por el Departamento de Justicia.

"Se espera que la confiscación de los servidores de Coreflood y los nombres del dominio en Internet evitará que los criminales utilicen el Coreflood o computadoras infectadas por Coreflood para sus nefarios propóstos", ha dicho el fiscal David Fein.

El mes pasado las autoridades lograron dejar inoperativa la 'botnet Rustock', uno de los mayores productores de correos basura de todo Internet. Se calcula que enviaba la mitad de los mensajes de este tipo.