En los últimos días, la plataforma TikTok ha sido testigo de una curiosa polémica cultural que ha planteado la influencer @ireneugaldev. La tiktoker ha compartido su experiencia tras mudarse a Euskadi, revelando un fenómeno gastronómico que ha sorprendido a sus seguidores: el "choque cultural" que implica el consumo de caldo en los bares vascos.
Este hábito ha generado un aluvión de comentarios y un amplio debate sobre las tradiciones culinarias que se pueden encontrar a lo largo y ancho del Estado, haciendo mención especial a las diferencias en la forma de disfrutar de la comida y bebida.
El caldo en los bares
Hace pocos días, Irene Ugalde publicó un breve vídeo de siete segundos en el que se la ve sosteniendo un tazón de caldo. La joven expresa su asombro al descubrir que en los bares vascos, este plato caliente se ofrece de manera habitual, al igual que un café o una cerveza.
“Resulta que aquí la gente pide caldo y se lo toman como quien se toma un café”, afirma Irene, mientras disfruta de un sorbo. Este gesto ha provocado una ola de reacciones, acumulando más de 1.000 comentarios en un corto período de tiempo.
El caldo, que para muchos podría considerarse un plato de invierno, se convierte en una bebida cotidiana en Euskadi. Según Irene explica que, al recorrer los bares, se encontró con numerosos carteles que anunciaban la disponibilidad de caldo, un detalle que le resultó completamente inesperado.
Tal y como cuenta, en la hostelería es común encontrar letreros que dicen “salda badago” (hay caldo). “No entendía por qué había tantos carteles que anunciaban caldo, pero ahora lo comprendo”, señala.
¿Qué son los caldos?
Los caldos son preparaciones líquidas fundamentales en la gastronomía, utilizadas como base para sopas, guisos, salsas y otros platos. Se elaboran al cocinar a fuego lento ingredientes como carnes, huesos, pescados, verduras o hierbas en agua, lo que permite extraer sus sabores y nutrientes.
Tipología
Existen diversos tipos de caldos según sus ingredientes principales. El caldo de carne se prepara con huesos y trozos de carne de res, cerdo o ave, aportando un sabor rico y profundo. Asimismo, el caldo de pescado o fumet se elabora con espinas, cabezas y restos de pescado, siendo ligero y adecuado para recetas marinas.
Por su parte, el caldo de verduras es completamente vegetal, ideal para opciones vegetarianas o veganas, y se hace con cebolla, zanahoria, apio, y otras hortalizas.
Otro caldo destacado es el "pot au feu" o "pote", una sopa que incluye carne de vaca, verduras como la col, la zanahoria y la patata, y a menudo se complementa con almejas o bacalao. Este plato es muy popular en las zonas rurales, especialmente durante los meses fríos, ya que proporciona un alto valor nutritivo y reconfortante.
El caldo de gallina también es un clásico en la cocina vasca. Se prepara con gallinas de corral, lo que le da un sabor intenso. Las verduras, como zanahorias, puerro y apio, son esenciales en su elaboración, aportando frescura y nutrientes. Este caldo es ideal para servir como base de otros platos, como arroces o guisos.
No podemos olvidar el caldo de legumbres, donde se utilizan ingredientes como las alubias o los garbanzos, cocidos a fuego lento con verduras y, a menudo, algún tipo de embutido. Estos caldos son sustanciosos y llenos de sabor, perfectos para los días de invierno.
Beneficios de los caldos
Los caldos tienen múltiples beneficios. Además de ser versátiles en la cocina, son ricos en minerales, colágeno (en los de huesos) y vitaminas. En la cocina tradicional, se preparan lentamente, mientras que en la cocina moderna se pueden utilizar técnicas como la olla exprés para ahorrar tiempo.
En muchas culturas, los caldos son también remedios caseros reconfortantes, ideales para combatir el frío o aliviar malestares físicos. Son una mezcla perfecta de sabor, tradición y nutrición.
Más que una simple bebida
La cocina vasca valora el uso de ingredientes de temporada y locales, lo que se traduce en caldos llenos de frescura y autenticidad. Además, el arte de cocinar caldos se transmite de generación en generación, siendo un símbolo de la hospitalidad y el buen hacer en la cocina de Euskadi. Es, asimismo, un plato que cada vez se puede apreciar en más establecimientos y un icono de nuestra cultura gastronómica.