La muerte de Mayra Gómez Kemp, la primera mujer en el mundo en presentar un concurso en televisión, el mítico Un, dos, tres, ha generado una oleada de homenajes y buenas palabras, pero a Ramón García hay algo que no le ha gustado nada y ha querido soltarlo en el programa que presenta en Castilla-La Mancha Media y que se llama En compañía.

Muerte sin compañía

Haciendo referencia al nombre de su programa y a la labor que ejerce, a la de acompañar especialmente a la gente mayor, el presentador vasco ha lamentado cómo la gran comunicadora, de origen cubano, ha muerto sola apenas unos días después de sufrir una caída en su casa que la tuvo 20 horas tirada en el suelo sin poder moverse ni pedir ayuda hasta que una vecina se dio cuenta de que algo pasaba.

“La última vez que Mayra estuvo en esta televisión fue en un programa que yo tuve la suerte de presentar, que se llamaba Gente maravillosa. Ese día Mayra ya venía tocada por algo de lo que siempre hablamos aquí, que es la soledad. Cuando murió su querido marido Alberto se le fue su vida, y eso mezclado con que no tuvieron hijos, hizo que estuviera muy sola”, recordaba Ramón García en un largo y sentido homenaje que quiso ofrecer en directo a la hispanocubana.

Charlas sobre soledad

El comunicador admitía haber conversado muchas veces con la fallecida presentadora sobre ese tema. “Yo los últimos años hablaba mucho de soledad con ella, porque algo sabemos en este programa, y ella hablaba de su soledad, de lo mal que lo pasó y lo mal que lo pasaba”, proseguía, recordando como Mayra sufrió dos cánceres y tuvo que afrontar la muerte de su marido.

Y explicaba cómo la televisión lleva al espectador a crearse una imagen que en muchas ocasiones no es real. “Es curioso cuando todos ustedes creen que los que estamos al otro lado de la pantalla somos muy afortunados, muy felices, ganamos muchísimo dinero, estamos muy bien acompañados, tenemos todo lo que queremos… Pues no es así, nuestra vida es como la de ustedes, pero a veces incluso un poco más dura, porque somos entretenedores. Mayra era una gran entretenedora y se ha muerto sola. Morirse sola tiene que ser lo peor que hay y no es justo que alguien que acompañó a tanta gente, a tantas generaciones, a tantos millones de españoles, se muriese sola. Ayer estuve dándole vueltas a esto todo el día”.

El vizcaíno trataba de asumir la muerte de Mayra. “Cuando le mande un whatsapp ya no me va a contestar. Ya no está”. Y criticaba la falsedad de muchas personas en el día en el que se conocía su fallecimiento. “Por dar un pellizco a la moral de muchos: desde ayer veo a muchísima gente hablando de Mayra, a muchísima gente que saca fotos con Mayra, a muchísima gente que dice: ‘Yo era muy amigo o amiga de Mayra’. ¿Dónde estabais antes? ¿Por qué se murió sola? En este país somos así”.