En los últimos tiempos, un nuevo deporte ha irrumpido a nivel internacional: la equitación vegana, también conocida como ‘vegan horse riding’ o ‘hobbyhorsing’. Nacida en Finlandia, mezcla los conceptos de la equitación tradicional y el veganismo, llegando a adquirir una increíble popularidad en las redes sociales. 

En esta disciplina, se evita el uso de animales, sustituyéndolos por palos con cabezas de caballo en uno de sus extremos. Los practicantes realizan ejercicios que imitan los movimientos de la equitación clásica, como trotar, saltar obstáculos y hacer acrobacias.

Auge y crecimiento

El ‘hobbyhorsing’ ha crecido en popularidad, con eventos anuales en Finlandia que atraen a miles de personas. En 2023, un torneo en la ciudad de Seinäjoki rompió récords de asistencia al congregar a 10.000 espectadores.

Esta competición es organizada por una asociación caballista finlandesa, lo cual muestra la seriedad con la que se toma esta práctica en su país de origen. La web ‘This is Finland’ asegura que esta afición cuenta con unos 1.500 practicantes en todo el mundo, con una popularidad creciente desde 2010.

El auge del ‘hobbyhorsing’ se debe, en parte, a la creatividad e independencia que fomenta entre sus practicantes, quienes diseñan y fabrican sus propios caballos de palo, convirtiéndolos en algo más que simples juguetes. 

Expansión internacional 

Este deporte no se ha quedado solo en Finlandia, pues otros países, especialmente en Europa, como Alemania, Suecia, Dinamarca, los Países Bajos y Reino Unido también se han sumado a esta modalidad. 

Asimismo, otros como Estados Unidos, Rusia, Australia, y varios de Asia han visto un creciente interés en la equitación vegana. 

El ‘hobbyhorsing’ no es solo un fenómeno cultural, sino que también ha generado una comunidad digital en la que los aficionados pueden compartir consejos y tutoriales sobre cómo fabricar sus propios caballos de palo y participar en competiciones. 

Diversas opiniones 

Este curioso deporte ha encontrado su nicho principalmente entre mujeres jóvenes, incluso niñas, en Finlandia, donde se considera un deporte. Los eventos de ‘hobbyhorsing’ son frecuentados por bastantes espectadores.

No obstante, ha recibido diversas reacciones en internet, pues muchas críticas califican la práctica como "ridícula" y hasta "estúpida". Algunas personas señalan que los ejercicios podrían realizarse sin la cabeza de caballo de palo, aunque eso eliminaría el vínculo simbólico con el caballo.

Pese a las críticas, la equitación vegana cuenta con quienes argumentan que no involucra el maltrato animal. La razón de este deporte es evitar el sufrimiento de los caballos, que en competiciones tradicionales pueden ser sometidos a estrés y malos tratos.

Dos mujeres practicando equitación vegana Redes sociales

Ventajas del ‘hobbyhorsing’

La equitación vegana, o 'hobbyhorsing', ofrece muchas ventajas tanto a nivel físico como emocional, así como beneficios relacionados con la ética y el medio ambiente. Estas son las principales:

Evita el maltrato animal

Una de las mayores ventajas es que elimina completamente el uso de caballos reales, lo que garantiza que no se someta a ningún animal a situaciones potencialmente estresantes o de maltrato, como sucede en algunas prácticas ecuestres tradicionales.

Accesibilidad

Comparado con la equitación tradicional, la equitación vegana es mucho más accesible. No requiere los costes asociados al cuidado, alimentación y alojamiento de un caballo, ni la necesidad de instalaciones especiales. Un caballo de palo es una opción económica, lo que permite a más personas participar.

Fomento de la creatividad

La fabricación y personalización de los caballos de palo promueve la creatividad y la artesanía. Los practicantes pueden diseñar y construir sus propios caballos, lo que añade una dimensión artística y personal al deporte.

Ejercicio físico

Aunque no se use un caballo real, la equitación vegana sigue siendo una actividad física que supone correr, saltar y realizar acrobacias. Esto contribuye a mejorar la condición física, la coordinación, el equilibrio y la resistencia cardiovascular.

Reducción del impacto ambiental

Al no requerir caballos reales, la equitación vegana tiene un impacto ambiental significativamente menor. No se necesita tierra para pastos, ni recursos para mantener a los animales, lo que reduce la huella ecológica de la actividad.

Inclusividad

La equitación vegana puede ser practicada por personas de todas las edades y niveles de habilidad. No es necesario ser un jinete experimentado para disfrutar de este deporte, lo que lo hace inclusivo y democrático.

Diversión y entretenimiento

La equitación vegana es una actividad lúdica que ofrece una forma divertida y diferente de participar en algo similar a la equitación, sin los riesgos y responsabilidades que implica montar un caballo real.

Desarrollo de la imaginación

Esta práctica fomenta la imaginación, especialmente en los niños, que pueden imaginar diferentes escenarios y aventuras mientras practican con sus caballos de palo.