Atónitos dos turistas de Vitoria en un viaje a Mallorca: "Hemos vivido algo histórico"

Testigos en primera fila de un acontecimiento histórico. Por casualidad. Es lo que ha vivido una pareja de Vitoria que se encontraba de vacaciones en Mallorca la semana pasada.

Sin saberlo, han presenciado un hecho que ha tenido lugar por primera vez en la historia de la isla.

Lo que preveían como un día tranquilo visitando la ciudad de Palma y una tarde en la playa se convirtió en todo un acontecimiento del que fueron testigos por sorpresa.

Tras callejear por el Casco Histórico y acercarse hasta la Catedral, los dos turistas vitorianos hicieron una parada en la histórica hamburgueseríaAlaska de la ciudad (un mítico local de la Plaza del Mercat abierto desde 1936) antes de ir a pasar la tarde a la playa.

Tras preguntar qué arenal sería el mejor para pasar unas horas antes de regresar al hotel, la pareja se decantó por ir andando hasta la playa de Can Pere Antoni.

Pero cuando llegaron se dieron cuenta que algo pasaba por la cantidad de cámaras, periodistas y curiosos que había alrededor de una pequeña parte de la playa que estaba cercada y custodiada por dos técnicos.

Y es que, según les explicaron, por primera vez en la historia de Mallorca una tortuga marina había realizado una puesta de huevos en una playa de la isla.

La expectación era máxima y estos dos turistas de Vitoria no quisieron perderse el acontecimiento.

Tal y como contaban algunos periodistas, en los últimos años se han registrado puestas en playas de Ibiza y Menorca, pero nunca había ocurrido en Mallorca.

La tortuga había enterrado 106 huevos en una zona que había sido acordonada para evitar cualquier molestia.

Los expertos comentaban que a finales del mes de julio o principios de agosto los huevos eclosionarán y las tortugas recién nacidas se adentrarán en el mar.

La tortuga había regresado al mar antes de que los técnicos llegaran a la zona tras recibir el aviso de una persona que llamó al 112 porque había observado una tortuga marina en la playa de Can Pere Antoni.

Tras seguir el rastro, los técnicos descubrieron el nido.