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Aunque dé el pego, este vídeo de un niño dando un caramelo a un oso no es real, es de una IA

Ojo con los vídeos de interacciones entre animales salvajes, personas y animales salvajes, la mayoría son falsos

Aunque dé el pego, este vídeo de un niño dando un caramelo a un oso no es real, es de una IAFreepik

 En los últimos meses circulan mucho por las redes sociales espectaculares vídeos de animales salvajes interactuando con personas o con otros animales domésticos o incluso todo a la vez. Alguno pueden resultar tiernos, otros aterradores. Pero la mayoría, la gran mayoría, son falsos, son creaciones de una inteligencia artificial generativa.

Vale que la proliferación de cámaras de seguridad públicas y privadas, de mirillas de puerta con sensor de movimiento y grabación permite grabar casi cualquier escena de cualquier suceso que ocurra, pero se da la extraña circunstancia de que desde hace unos meses parece que existe una campaña coordinada de osos contra familias que tienen bebés o hijos pequeños sin vigilancia, pero con gatos valientes que repelen la agresión. También las hay de niños confiados que alimentan a un oso con sus propias manos mientras su madre alarmada lo aparta con rapidez.

Aunque no es aconsejable dejar a los niños desatendidos, tampoco abundan tanto los osos hambrientos.

Pero lo que realmente tienen en común todos ellos, o al menos la gran mayoría, es que son falsos, han sido creados por algún programa de inteligencia artificial generativa.

Niño, caramelo, oso

Es el caso de uno de los últimos que han circulado por las redes sociales. En esta grabación se ve cómo un chaval, en el porche de lo que parece su casa, da de comer a un enorme oso y su madre sale dando un alarido y lo aparta de allí con el consiguiente desconcierto del oso.

Como en otros casos, los expertos se han encargado de desmontar estas imágenes. En este caso ha sido la web Newtral, especializada en fact-checking, investigar posibles bulos y desmentir desinformación, la que ha respondido a las preguntas de sus usuarios sobre si el vídeo que han visto en redes sociales como Facebook, Instagram o TikTok es real o no. Tras examinarlo, la conclusión ha sido clara: es falso. Varios detalles permiten dilucidar que se ha generado con inteligencia artificial.

El vídeo en el que el niño aparentemente da un dulce, un caramelo al plantígrado ha suscitado comentarios del tipo: “Esto es absolutamente salvaje, ¡un niño alimentando casualmente a un oso con un caramelo!” o “Este adorable niño se volvió viral en redes al darle de comer a un pequeño oso”.

Para explicar que el vídeo no es real, que es una creación de una inteligencia artificial, se fijan en dos detalles básicos. El primero es el brazo más cercano a la cámara, con el que da de comer al oso. Al fijarse con cierta atención se puede ver que partes del antebrazo se ven difuminadas de una manera que no se puede justificar con “es que las imágenes son de baja calidad”, ya que el resto se ve con razonable calidad.

El segundo detalle es que en el vídeo original aparece una especie de marca de agua en la que se puede leer Sora, que es el nombre de un modelo de inteligencia artificial desarrollado por la empresa OpenAI, la creadora de ChatGPT. Sora permite crear los vídeos a partir de las descripciones que les dé el usuario. Y a la vista queda lo razonable de los resultados.

Gatos salvadores

En ocasiones estos vídeos presentan una variación dramática y heroica, la del gato familiar que defiende a la presunta víctima. Son varios los que circulan por las redes sociales, como los siguientes ejemplos.

La escena es muy similar en la mayoría: bebé solo en el porche de una casa en el campo juega despreocupado mientras un oso se acerca sin dudar hacia él, pero en el momento en que pone una pata sobre la escalera, un gato furioso se abalanza sobre la bestia salvaje y lo hace huir. Final feliz.

Tantos progenitores descuidados, tanta caza frustrada y tanta heroicidad felina, que en ocasiones puede ser un perro, aunque las menos, hace pensar que son vídeos falsos y que los creadores de contenidos se copian unos a otros.

Eso sí, también hay una versión más exótica llegada de Asia en la que la invasión hogareña la protagoniza un tigre y el gato defiende su hogar provocando la retirada del invasor para vergüenza del perro que sale huyendo.

Hay que reconocer que algunos de estos vídeos sí mantienen la marca de agua de Sora, por lo que es fácil reconocerlos como lo que son: un ejercicio de ficción. Pero también es necesario saber qué es Sora. Una vez más, hay que estar atentos para que no nos la cuelen y usar este tipo de vídeos para ejercitar nuestra capacidad crítica, dudando de aquello que nos parezca extraño o que contenga detalles que parezcan fuera de lugar.