En la vida cotidiana, hay una situación incómoda a la par que molesta, y que todos conocemos: el mal olor de pies. Tras una jornada agotadora o practicar deporte, al igual que después de dar una larga caminata o, simplemente por sudar en exceso, es un problema muy común. Y, a diferencia de lo que pensamos, ocurre a menudo.
Aunque existen numerosos productos comerciales como desodorantes y aerosoles, muchas veces no ofrecen los resultados esperados. Sin embargo, un sencillo truco casero puede ser la solución definitiva.
El remedio de ‘La Maestra Jacobina’
‘La Maestra Jacobina’, creadora de contenido conocida por sus consejos y trucos caseros, ha compartido con su comunidad de seguidores una técnica muy fácil y económica para hacer frente de forma eficaz al mal olor de los pies.
Su secreto se basa en usar bicarbonato de sodio, un producto muy útil por su capacidad para absorber la humedad y acabar con bacterias, principales responsables del mal olor que se forma en los pies.
¿Cómo aplicar el remedio casero?
El truco consiste en elaborar un polvo casero que se puede emplear tanto en los pies como en el calzado para así evitar la generación de bacterias y la acumulación de humedad. Para ello, basta con tan solo dos ingredientes: el ya citado bicarbonato de sodio y granos de arroz.
La preparación es sencilla. En un pequeño recipiente, mezcla una cantidad de bicarbonato de sodio con unos granos de arroz. Esta combinación ayudará a mantener el polvo seco y potenciará su efecto absorbente.
Pasos para una correcta aplicación
Para obtener los mejores resultados, es fundamental seguir estos pasos de manera rigurosa:
Secar los pies
Después de ducharse o lavar los pies, estos se deben secar cuidadosamente dedo por dedo, sin que queden gotas de agua. Esto se debe a que la humedad hace que los hongos aparezcan con mucha facilidad, de ahí esta técnica de prevención.
Aplicación del bicarbonato en los pies
Una vez que los pies queden completamente secos, deberás espolvorear una pizca de bicarbonato sobre ellos. Intenta distribuirlo bien, sobre todo en la planta y entre los dedos.
Uso en el calzado
Antes de ponerte los calcetines y el calzado, echa un poco de la mezcla dentro de los zapatos para mantenerlos secos y libres de bacterias durante el día.
Cabe mencionar que este método es perfecto para cualquier calzado. Ya sean zapatillas deportivas, botas, tacones, etc., es un aliado muy valioso para evitar la humedad y los malos olores.
Más recomendaciones
Al margen del bicarbonato de sodio, hay otros trucos que podemos utilizar para que nuestros pies dejen de oler mal.
Alterna el uso del calzado
Usar el mismo par de zapatos todos los días puede contribuir al mal olor, ya que no les das tiempo suficiente para secarse completamente entre usos.
Para evitar esto, alterna el uso de tu calzado. Al tener varios pares de zapatos que puedas utilizar, les das tiempo suficiente para airearse y secarse, algo fundamental para reducir la humedad y evitar el crecimiento de bacterias.
Usa plantillas absorbentes y antibacterianas
Existen plantillas especiales diseñadas para absorber la humedad y neutralizar los malos olores.
Las plantillas de carbón activado, por ejemplo, son muy efectivas para eliminar el olor, ya que el carbón actúa como un absorbente natural que retiene la humedad y los olores.
También puedes optar por plantillas antibacterianas, que contienen ingredientes que inhiben el crecimiento de bacterias y hongos. Estas plantillas son una solución práctica que puede mejorar el olor de tu calzado.
Deja que los zapatos se ventilen
Una forma simple pero efectiva de reducir el mal olor en los pies es permitir que se aireen después de cada uso.
Al llegar a casa, quítate los zapatos y colócalos en un lugar bien ventilado, a ser posible al aire libre o cerca de una ventana.
Evita guardarlos en espacios cerrados, como armarios, donde la falta de circulación de aire puede fomentar la proliferación de bacterias y hongos.
El poder del bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un producto con muchos beneficios dentro del campo de la higiene y eliminación de olores. Su ventaja es la capacidad para terminar con los ácidos y absorber la humedad, dos factores importantes en la aparición del mal olor.
Además, se trata de un potente bactericida, evitando que los microorganismos responsables de la descomposición del sudor se reproduzcan, siendo la causa directa del mal olor en los pies y el calzado.
