Buenas noticias para Paolo Galbiati, que respira aliviado tras las pruebas médicas a las que se ha sometido hoy Rodions Kurucs, que no han revelado ninguna lesión de gravedad en la fascia plantar, por lo que la lesión que sufrió en el encuentro de ayer en la victoria del Baskonia contra el Real Madrid se queda finalmente en un susto.

Kurucs, en su segundo encuentro de la temporada como azulgrana tras haber debutado el pasado jueves contra el Panathinaikos, tuvo que abandonar el encuentro a los siete minutos de juego tras sufrir dolores en la fascia plantar de su pie izquierdo.

En dicha zona fue operado en verano, concretamente a finales de agosto, por los problemas que arrastraba en la zona desde la pasada temporada con el UCAM Murcia y que le impidieron participar en el Eurobasket.

En una acción del partido contra el Madrid sin aparente peligro, el letón hizo saltar todas las alarmas cuando, después de aterrizar tras un lanzamiento forzado cuando se agotaba la posesión, se marchó directamente a los vestuarios cojeando y con ostensibles gestos de dolor.

Paolo Galbiati no quiso mojarse al opinar sobre la gravedad del asunto al terminar el encuentro. El preparador transalpino prefirió esperar a tener noticias este lunes, cuando, afortunadamente, se descartó una recaída de su fascitis plantar que habría supuesto un importante golpe para la rotación interior del equipo y también para el jugador, que habría tenido que parar en seco de nuevo a los pocos días de debutar

La lesión, por lo tanto, se queda en simplemente unas molestias en la zona propias de su proceso de rehabilitación que, aunque le dificultarán participar en la cita de Euroliga del miércoles contra el París Basketball, no deberían impedirle reaparecer a lo largo de esta semana.

Cautela imprescindible

En cualquier caso, el club manejará la situación con cierta cautela para no arriesgarse a que las molestias se conviertan en una lesión más importante.

Durante el poco tiempo que Kurucs ha estado sano, el Baskonia ya se ha cerciorado de su valía para el nuevo proyecto. Ante el Panathinaikos ejerció como improvisado cinco firmando una buena labor en ataque y aportando solidez al rebote. Al tratarse de un jugador versátil y con una destacada presencia a nivel físico, el báltico promete ser una pieza muy importante en los esquemas de Galbiati cuando consiga algo de ritmo.