91 Bilbao Basket: Frey (10), Hilliard (14), Normantas (6), Petrasek (4), Hlinason (15) -cinco inicial-, Pantzar (12), Jaworski (14), Font (-), Krampelj (14), Sylla (2) y Zecevic (-).
95 Baskonia: Forrest (11), Joksimovic (4), Diallo (24), Frisch (-), Diop (6) -cinco inicial-, Villar (-), Spagnolo (3), Samanic (22), Royo (11) y Nowell (14).
Parciales: 22-18, 18-17, 30-36, 21.24
Nada mejor que afrontar el estreno continental con el pequeño subidón de la primera alegría de la pretemporada y la victoria en la Euskal Kopa ante el Bilbao Basket en Barakaldo.
El Baskonia cerró este jueves su pretemporada con una aseda actuación en el derbi vasco que debe servir para afrontar con más confianza el difícil bautismo en la Euroliga ante el Olympiacos en el Buesa Arena.
Tan solo ha sido necesaria la llegada de un base que imponga algo de orden y cordura en la ofensiva para que el conjunto vitoriano ofrezca otra cara diametralmente opuesta hasta la fecha. Hamidou Diallo y Luka Samanic fueron los grandes estiletes en el plano ofensivo de Galbiati con 24 y 22 puntos respectivamente, pero la pieza sobre la que viró la ostensible mejoría azulgrana fue, sin duda, Markquis Nowell.
Sus 14 puntos y 6 asistencias en 18 minutos de juego, sin obviar su control del tempo del partido, resultaron vitales en la conquista del Baskonia de su séptima Euskal Kopa de la historia.
Llegar y besar el santo
Con un solo entrenamiento en Vitoria tras un vuelo transoceánico, la carta de presentación del pequeño base neoyorquino resultó ciertamente espectacular. Movió al equipo de forma notable, se asoció con algún compañero como el propio Samanic en el bloqueo y continuación como si ambos hubiesen jugado juntos desde tiempos inmemoriales y, para rematar la faena, acreditó un notable acierto triplista (60% con 3 de 5).
Precisamente una de sus dianas resultó vital dentro del último minuto para elevar el momentáneo 88-93 al marcador y frenar en seco el intento de remontada del Bilbao Basket. Por si ello fuera poco, Nowell también mostró sus dotes como ladrón gracias a sus manos rápidas y fue capaz de conseguir hasta seis recuperaciones de balón. Sus cuatro pérdidas quedaron, por razones obvias, en un segundo plano.
Meritoria reacción
En definitiva, imposible pedir más para un debut en el que casi todo salió a pedir de boca. Bajo su liderazgo, el Baskonia remontó un partido en el que fue a remolque hasta bien entrado el tercer cuarto.
Problemas en el juego estático, excesivas pérdidas, errores desde el tiro libre, desatenciones en el cierre del rebote... Y todo ello aderezado de una mala defensa del dos por dos que permitió al Bilbao Basket conseguir infinidad de canastas fáciles.
Durante gran parte de la primera mitad, el Baskonia volvió a reincidir en los errores de los amistosos previos. La cuerda interior concedió otra vez excesivas facilidades a un poste espigado y con oficio como Hlinason. El islandés impuso su larga figura bajo el aro sin que Diop y Samanic le pusieran en excesivos problemas. El croata, al menos, suplió sus carencias atrás con su excelsa calidad a la hora de anotar.
Tras el descanso, el Baskonia despertó del letargo y cuajó de largo los mejores minutos de esta accidentada pretemporada. Diallo entró en erupción con varias acciones en las que exhibió su consabido atleticismo e incluso Joksimovic dejó un mate para el recuerdo con la mano derecha tras una penetración.
Sedekerskis hizo la rueda de calentamiento y se vistió de corto, aunque no llegó a jugar. Ver en Barakaldo de calle a Diakite y Luwawu-Cabarrot también fue una buena noticia. Queda claro que Galbiati necesita recuperar jugadores de forma urgente para que el Baskonia pueda parecerse a lo que él desea.
Visto lo visto, bienvenida la tardanza para haber asistido a la llegada de Nowell, un base que puede dar mucho que hablar pese a su evidente falta de centímetros. Por fortuna, los pequeños también tienen cabida en este juego.