Las dimensiones y cotas que ha alcanzado como club, el glamour de la Euroliga y los focos y luces del imponente Buesa Arena no aparecen de un día para otro. Para estar entre los mejores clubes de Europa, el Baskonia ha tenido que recorrer un largo camino desde sus inicios en 1959 y uno de sus pasos más importantes los dio en la temporada 1975-76, cuando, tres años después de su estreno en la máxima categoría del baloncesto nacional, logró codearse con los cocos de la Primera División (actual ACB) y ganar por primera vez al Barcelona, todo un acontecimiento en la ciudad.

Aquella campaña no sólo fue especial para el club, también para el alavés Iñaki Cengotitabengoa, que debutó en Primera División con el equipo de su ciudad hace 50 años, un 20 de septiembre. “La misma fecha que nació mi nieto Darío”, apunta con cariño. Lo hizo ante el Hospitalet en un choque que se resolvió con derrota para el Baskonia –por aquel entonces Vasconia Schweppes– por 93-77.

Iñaki Cengotitabengoa, con la camiseta del Vasconia Schweppes Cedida

“Por aquellos años no había la igualdad que hay ahora. Estaba el Real Madrid, que lo ganaba todo, después el Barcelona y el Joventut y más abajo varios equipos catalanes. En el siguiente escalón estaba el Baskonia junto a otros clubes como el Breogán, pero era casi impensable competir con los tres grandes”, explica Cengotitabengoa a este periódico.

Él fue uno de los refuerzos de aquel curso, procedente del San Viator que jugaba en Segunda Nacional y petición expresa del técnico Pepe Laso. “Yo era un base muy rápido, en aquel San Viator todos jugábamos a un ritmo muy alto.

Juan Pinedo, que compaginaba entrenarnos con jugar en el Baskonia, nos exigía mucho y luego éramos físicamente mucho más intensos que nuestros rivales. Me fichó Santxon, que era el presidente en aquel entonces y siempre me trató muy bien”, rememora.

Cengotitabengoa, durante su etapa en el San Viator. Cedida

Aquel San Viator fue un caso atípico. En cuestión de cinco temporadas unos jóvenes de 11 años que en 1969 se proclamaron campeones de Álava y de la Zona Norte de minibasket pasaron a competir en la Segunda División (actual Primera FEB) tras haber logrado todos los títulos posibles en las distintas categorías del baloncesto alavés y haberse proclamado subcampeones de España de minibasket, campeones de España infantiles y campeones de España escolares en categoría juvenil.

De hecho, cuando compitieron en Segunda División los componentes de la plantilla aún no llegaban a los 18 años a excepción de un jugador de 21 y tuvieron que contratar cinco jugadores sénior –entre ellos el norteamericano Steve Sullivan de forma desinteresada– para cumplir con la normativa de la competición, “aunque en la práctica los que jugaban eran los júnior”, explica Cengotitabengoa.

Cengotitabengoa, Arana, Salinas, Junguitu y Pinedo, los cinco vitorianos que jugaron en el Baskonia en la temporada 1975-76 Cedida

La historia de aquel San Viator dirigido por Juan Pinedo, en cualquier caso, merecería un reportaje aparte. El caso es que el nivel de Cengotitabengoa, el cerebro de aquel equipo en Segunda División, no pasó por alto para el Baskonia, que lo fichó para el curso 1975-76 con 18 años, ni para la Selección Española júnior, que lo convocó para la preparación del Eurobasket del curso 74-75.

“Preseleccionaron a 20 jugadores. Del San Viator fuimos Iñaki Garaialde, José Ramón Lete y yo y del Baskonia Josean Querejeta. Después, Aíto García Reneses, que era el segundo entrenador, me comunicó que me quedaba fuera de la lista definitiva porque el puesto de base estaba cubierto con Nacho Solozábal y Joaquín Costa. Lete también se quedó fuera y Querejeta y Garaialde sí que viajaron a Francia”, comenta.

Una victoria memorable

Tras aquella breve experiencia con la selección, Iñaki Cengotitabengoa se convirtió en uno de los júnior de la plantilla del Baskonia junto al actual presidente Josean Querejeta y Carlos Salinas.

Los tres fueron partícipes de todo un hito para la el club como fue su primera victoria contra el Barcelona, que en aquel entonces contaba en su plantilla con Epi, Carmichael o Lagarto de la Cruz.

El triunfo se produjo el 26 de octubre de 1975 en Mendizorroza por 70-69 gracias a un tiro libre decisivo de Juan Pinedo.

De hecho, en 2020 y con motivo del 60 aniversario del club, se rindió un homenaje a aquella plantilla durante la visita del Barcelona al Buesa Arena en Euroliga. “Fue muy emotivo saltar al pabellón y recibir el cariño del público. Se nos trató muy bien y es un bonito recuerdo”, asegura.

La competitividad de aquellos jugadores se confirmó cuando también fueron capaces de superar al Joventut en Badalona por 76-78 el 25 de enero de 1976. “Era casi impensable vencer al Barça y al Joventut la misma temporada y nosotros lo logramos. Eso sí, luego venía el Hospitalet y nos ganaba”, bromea.

Tras aquella primera temporada, el protagonismo de Cengotitabengoa fue cayendo y tras no contar apenas con minutos en su segunda campaña y ser comunicado por el nuevo técnico Juan Pinedo que tampoco iba a ser titular en la siguiente, decidió marcharse a Málaga.

Allí jugó durante tres temporadas más hasta su prematura retirada con 23 años por problemas personales relacionados con el consumo de drogas en una época convulsa.

Imagen de la plantilla que logró vencer al Barcelona en 1975. Baskonia

Por fortuna lo conseguí dejar, pero si no llega a ser por el deporte, posiblemente no estaría aquí, como les pasó a muchos otros. Ahora estoy disputando la prórroga contra el alcohol, muy duro contrincante, pero con la presión a todo campo a la que le estoy sometiendo y la ayuda de personas queridas voy a hacer lo que me enseñaron mis entrenadores: ganar. Todos deberíamos ser más conscientes del peligro de las drogas”, defiende.

En cualquier caso, no todos pueden presumir de haber debutado con el equipo de baloncesto de su ciudad, de haber ganado al Barcelona y menos aún de poder rememorarlo 50 años después. En su memoria quedará aquel recuerdo único junto a otros como su viaje a Estados Unidos con el exbaskonista Bruce Howland.

“Santxon, que nos pagaba 10.000 pesetas, me dio para aquella ocasión 100.000 porque no me podía permitir el viaje. Fue un gesto muy bonito y estuve unos días viviendo con Howland”, recuerda. Nombres, en definitiva, que permitieron crecer al Baskonia en una época de “mayor cercanía, menos físico y más riqueza táctica” para ayudarle a convertirse en lo que es ahora.