Posiblemente este domingo el Baskonia, salvo que vuelva a cruzarse con el Valencia Basket en un hipotético play off de la ACB, visitará por última vez la Fonteta de San Luis, pabellón de grato recuerdo para el conjunto azulgrana por haber alzado su último título, la Liga ACB 2019-20, en ese mismo escenario.

El histórico pabellón Fuente de San Luis, que ha albergado los partidos del Valencia Basket desde la temporada 1987-1988, pasará a mejor vida en la ACB a partir de la próxima temporada, cuando el conjunto taronja se mude al moderno Roig Arena, un pabellón que ha costado 280 millones de euros, procedentes principalmente del patrimonio personal del dueño del Mercadona y del Valencia Basket Juan Roig.

El moderno estadio, que pasará a estar entre pabellones mejor equipados de Europa, tendrá capacidad para 15.600 espectadores, ampliando notablemente los alrededor de 9.000 que entraban en La Fonteta, mientras que cuando alberge conciertos y espectáculos su capacidad podrá crecer hasta los 20.000 asistentes.

La ambición de Roig se vio reflejada también en la conformación de la plantilla el pasado verano, con fichajes a golpe de talonario como el de Matt Costello

La nueva cancha, sin embargo, no es más que la punta del iceberg de un proyecto para el que Juan Roig lleva años realizando un desembolso multimillonario con el objetivo de llevar al Valencia Basket a la élite del baloncesto europeo.

Tras unas decepcionantes temporadas 2022-23 y 2023-24, el club dio un paso atrás al regresar a la Eurocup con el objetivo de coger impulso para dar dos pasos al frente y recuperar su hueco en la Euroliga por todo lo alto con el estreno de su nuevo pabellón.

La ambición de Roig se vio reflejada también en la conformación de la plantilla el pasado verano, con fichajes a golpe de talonario como el de Matt Costello, que entre esta temporada y la siguiente percibirá 4,5 millones de euros, Jean Montero, Brancou Badio, Nate Sestina, Ethan Happ o Amida Brimah, además del regreso de Pedro Martínez al banquillo.

Matt Costello, con el Valencia Basket. Redacción DNA

A ello hay que sumarle los 18 millones de euros que desembolsó para la construcciones de L’Alqueria del Basket, unas instalaciones con 13 pistas de baloncesto y toda clase de comodidades para su estructura de formación.

Sólo quedaba poner la guinda con su regreso a la Euroliga, pero lo que se daba por sentado hace unos meses, ahora no está tan claro, ya que es el Hapoel Tel Aviv el que ha conseguido la plaza que otorga la Eurocup tras ganarla y eliminar en la semifinal precisamente a los valencianos.

Ahora dependen de que el torneo se amplíe a 20 equipos y pese a ello deberán lidiar por cuatro huecos con competidores cuya plaza tampoco está confirmada como el Dubai, la Virtus Bolonia, el París Basketball o el Alba Berlín.

Termine o no disputando la máxima competición europea la temporada que viene, la realidad es que el proyecto del Valencia Basket es de Euroliga y la exigencia de la cita que deberá afrontar el Baskonia este domingo estará también a esa altura.