Un corazón baskonista que traspasa fronterasDNA
Lo suyo con el Baskonia fue “una historia de lo más curiosa”, tal y como reconoce Juanjo Moral. Corría el año 1990 cuando este ingeniero de Zumarraga, aún sin haber cumplido los 13 años, quedó prendado del conjunto gasteiztarra.
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Un flechazo a primera vista que, de primeras, sintió como algo extraño ya que, tal y como desvela, entendía que por su condición de guipuzcoano su pasión debía ir destinada al Askatuak, el equipo de la provincia que también militaba entonces en la máxima categoría del baloncesto estatal, y no al vecino alavés, como ocurrió finalmente.
La historia comenzó de casualidad, como recuerda este aficionado azulgrana que cumplió el pasado 24 de octubre 47 años y que se ha mantenido fiel al Baskonia desde entonces.
Juanjo Moral posa junto a otros aficionados del Baskonia durante la 'Final Four' de Praga en 2006
“En el año 90, a 100 metros de mi casa, inauguraron un polideportivo, que en su momento fue considerado como el segundo mejor de España. Para celebrar la inauguración, decidieron hacer unos partidos amistosos de balomano y baloncesto y trajeron al Bidasoa, que por aquel entonces era de lo mejor que había en Europa, y a un equipo yugoslavo y para el partido de baloncesto trajeron al Askatuak contra el Baskonia”.
Moral rememora aquel amistoso de pretemporada como si fuera hoy mismo y eso que han pasado más de 34 años. “En teoría tenía que haber sido del equipo de la provincia, del Askatuak...”, indica.
La conexión Laso-Arlauckas
Juanjo, que acudió a aquel amistoso de pretemporada junto a su hermano Jorge y quien aún guarda en su retina lo sucedido en dicho encuentro, acabó maravillado por el juego del entonces Taugrés y desde entonces se convirtió en un aficionado más del conjunto vitoriano.
Despedida sorpresa a su amigo Iñaki Iturri en el Buesa en 2017 por su jubilación
“En aquel equipo estaban Laso, Arlauckas, Rivas, Sibilio, De la Cruz... Me acuerdo perfectamente de los mates de Arlauckas a pase de Laso y desde aquel día nos hicimos del Baskonia hasta hoy”, relata.
"Me acuerdo perfectamente de los mates de Arlauckas a pase de Laso y desde aquel día nos hicimos del Baskonia hasta hoy"
Juanjo Moral
. Aficionado del Baskonia
Fue el primer chispazo de una relación que fue consolidándose y consiguió llegar a mucho más tras acudir su hermano Jorge a estudiar a Vitoria y empezar a tener vínculos con aficionados del cuadro gasteiztarra.
“Al estudiar mi hermano aquí, venía a estar con él los jueves para vivir las noches universitarias. Me eché una novia alavesa de Amurrio, que hoy es mi mujer, e hicimos un grupo de amigos que seguían al equipo y mi afición por el Baskonia fue creciendo”, admite Juanjo.
Igoa, Urcelay, Iturri y Moral posan en el pabellón del CSKA de Moscú en febrero de 2018
Por aquella época llegaron las finales perdidas de la Recopa de Europa y el título logrado ante el PAOK en la capital alavesa en 1996, del que guarda un grato recuerdo. Una relación incondicional y que le ha permitido hacer un gran número de amigos, como Mikel Urcelay, quien en su día fue jugador del filial del Baskonia y quien llegó a realizar una pretemporada a las órdenes de Dusko Ivanovic en su primera etapa.
Por cierto, este jueves 16 de enero le acompañará en Elkar en la presentación de su libro 'Vencer en tierra de espías'.
Mikel Urcelay y Juanjo Moral, dos aficionados del Baskonia, posan en la plaza de la Virgen Blanca con la novela 'Vencer en tierra de espías'
Junto a Urcelay, Juanjo vivió uno de sus momentos más emotivos como aficionado del Baskonia. Su amistad con este exjugador de la cantera azulgrana fue a más tras la incorporación del vitoriano a la empresa de autobuses Irizar, donde Moral trabaja de ingeniero. Juntos crearon un grupo de seguidores del Baskonia que solía ir a ver los partidos de del equipo tanto en casa como fuera y algunos de Euroliga.
Sorpresa a su amigo Iñaki Iturri
Fue en un encuentro de la máxima competición continental del ejercicio 2016-17, donde Moral, Urcelay y el resto de amigos decidieron dar una sorpresa a un miembro de su cuadrilla, Iñaki Iturri, por su jubilación.
“Éramos unos 25 y en un tiempo muerto del partido contra el CSKA, se acercó la mascota Aker hasta donde estábamos sentados y le sacó al centro de la pista junto a la capitana de las cheerleaders. Fue algo pactado con el club y toda una sorpresa para él ya que no se lo esperaba. Estábamos allí varios amigos con él y le regalamos una camiseta firmada”, recuerda.
Iñaki Iturri posa junto a un grupo de amigos, Aker y las animadoras del Baskonia, durante el partido ante el CSKA en 2017
Una anécdota de las mil que conserva de un club porque el que procesa devoción. Un amor que le ha llevado a animar al equipo en la ACB a partidos en Bilbao, Sevilla y Málaga e incluso a acudir a la Final Four de Madrid en el año 2008, durante la “época dorada” del equipo.
Juanjo también ha presenciado partidos más allá de nuestras fronteras como la Final Four de Praga en el año 2006 e incluso se desplazó a Moscú para ver en directo un partido contra el CSKA en el año 2018, su viaje más largo y sin lugar a dudas uno de los que más anécdotas generó.
“Fue justo un año después de la sorpresa que dimos a Iñaki, fallecido años después tras sufrir ELA, por su jubilación. Durante ese partido contra el CSKA, se nos metió en la cabeza que teníamos que ir a ver un partido del Baskonia a Moscú”. Pues dicho y hecho.
Una televisión rusa realizó entrevistas a los aficionados baskonistas, extrañados por su presencia en Moscú
25 grados bajo cero
Juanjo, junto a Mikel e Iñaki y su amigo Sahats Igoa, se liaron la siguiente temporada la manta a la cabeza para ver al equipo azulgrana en la capital rusa por su propia cuenta. “Nos quedamos allí unos 3 o 4 días de turismo, pero fuimos por nuestra cuenta. Nada de viaje organizado con el club”, rememora.
“Sí, sí, fue un poco locura. Fuimos a Moscú en febrero, en pleno invierno exactamente y a 25 grados bajo cero todos los días, da igual de noche o de día”, apunta este fiel baskonista.
"Cuando llegamos al estadio la gente se sorprendía. No están muy acostumbrados a que vaya gente de equipos extranjeros”
Juanjo Moral
. Aficionado del Baskonia
Su presencia en el Megasport Sport Palace causó mucha expectación. “Cuando llegamos al estadio la gente se sorprendía. No están muy acostumbrados a que vaya gente de equipos extranjeros”, aclara.
Los cuatro aficionados baskonistas siguen el partido ante el CSKA en Moscú durante el invierno de 2018
Tal fue el revuelo que se convirtieron en el centro de atención de aquel choque entre el CSKA y el Baskonia, dirigido desde el banquillo por Pedro Martínez. “Nos pusieron una cámara de la televisión rusa todo el partido delante nuestro para vigilarnos a ver lo que hacíamos”.
Lo munca visto por esos lares. Un toque exótico, tal y como recuerda con cariño. “La gente, tanto padres con niños, como aficionados se querían sacar fotos con nosotros, nos hicieron una entrevista, después fuimos a visitar a Rafa Muntión en su chiringuito y después nos quedamos ahí tres días haciendo turismo”. De Vitoria a Moscú por el Baskonia. Es lo que pasa cuando se tiene un corazón azulgrana.
Juanjo Moral lo tiene muy claro. “En teoría tenía que haber sido del Askatuak, pero soy y seguiré siendo del Baskonia toda mi vida”. Un amor incondicional, en las buenas y en las malas, y que desde luego traspasa fronteras.
“Duele mucho ver hoy en día al equipo a trancas y barrancas en las dos competiciones”
Juanjo Moral es de esos aficionados que ha vivido la época dorada del Baskonia y que ha disfrutado de los títulos logrados entre finales del siglo XX y los primeros años de la década del XXI. El hincha guipuzcoano recuerda eufórico la liga del 2+1 de San Emeterio o la Supercopa conquistada en Bilbao.
Por eso, tras saborear las mieles del triunfo años atrás, reconoce que no es fácil pasar el trago de ver al equipo sumido en esta profunda crisis de resultados por la que atraviesa en estos momentos. “Duele”, apunta de forma lacónica.
“Duele. Duele mucho. Duele sobre todo para los que hemos vivido aquella época dorada. Tiempos en los que, sin llegar a ganar títulos de Liga, obviamente, porque es muy, muy difícil, pero al menos veías que el Baskonia llegaba a la Final Four y lo hacía sin desatender la Liga Endesa, ya que acababa primero o segundo en la fase regular e incluso peleaba por el título y ver que este año está a trancas y barrancas en todos los lados, pues duelo mucho”, indica.
Eso sí, pese al mal momento del cuadro azulgrana este curso, Moral confía plenamente en la resurrección de la escuadra gasteiztarra. “Sí, sí. Está difícil porque la situación del mercado ha cambiado y cada año es más complicado. Es una pena no tener esa regularidad que teníamos hace 15 años y en la que se estaba siempre arriba, pero Salazar tiene buen ojo y no descarto que alguna temporada salga buena y podamos volver a ganar de nuevo un título como se hizo en 2020 durante la pandemia”, añade.