La reconstrucción de la plantilla constituye el principal rompecabezas al que se enfrenta la secretaría técnica del Baskonia cada mercado estival. El puesto de base se postula como un tesoro preciado dentro del engranaje que dirigirá Pablo Laso en cuestión de semanas, pero la entidad de Zurbano ha reajustado la dirección de juego que se quedó huérfana tras la adiós de Miller-McIntyre, Chris Chiozza y Jordan Theodore.
El Baskonia, obligado por las bajas e inmerso en la creación de un proyecto que recupere la ilusión con el técnico vitoriano a la cabeza, le ha dado una vuelta de tuerca a la dirección de juego. Así pues, Kamar Baldwin y el recién fichado Trent Forrest son los dos hombres elegidos para ocupar el puesto de base, brindar clarividencia en el juego en estático y elevar la consistencia en defensa. Forrest, con unas excelentes condiciones atléticas, se postula como el hombre llamado a llevar a cabo la segunda labor.
Sea como fuere, la dirección deportiva azulgrana se ha vuelto a sacar otro conejo de su chistera para recomponer una posición crítica. Algo que, no en vano, se ha convertido en una constante en las recientes ventanas de traspasos, ya que el Baskonia, pese a su deseo, no ha podido retener a los últimos bases titulares que han llevado las riendas del equipo como son Wade Baldwin IV, Darius Thompson y Miller-McIntyre.
La dirección de juego se ha visto sometida a infinidad de cambios en los últimos años. Sin ir más lejos, el Baskonia en el pasado curso cambió por completo su pareja de bases con Miller-McIntyre y Nico Mannion como los dos timoneles después de que Darius Thompson, Heidegger y Kurucs dieran por finalizada su estancia en Vitoria.
Lo cierto es que Darius Thompson puso el listón muy alto en la dirección de juego, ya que en su estreno en la Euroliga se destapó como uno de los mejores organizadores de juego. Entre otras cualidades, su brillante lectura en el bloqueo y continuación dio sus frutos durante la temporada 2022-23, pero no hubo manera de frenar su fichaje por el Anadolu Efes.
RECAMBIO FALLIDO
Esta sensible baja propició la apuesta por Mannion, pero estuvo muy lejos de funcionar y alcanzar todas las expectativas. Como si de una cadena se tratase, McIntyre asumió el rol del líder y durante la temporada el conjunto vitoriano tuvo que cubrir la baja de Mannion con Theodore y Chiozza.
Miller-McIntyre, que aterrizó en la capital alavesa como otra exótica incorporación del Baskonia, se convirtió en uno de los nombres propios de la Euroliga. Si bien es cierto que el mayor lastre fue el escaso acierto desde el perímetro, McIntyre se erigió como un auténtico pulmón en defensa y un atleta imparable en las entradas hacia el aro.
La entidad vitoriana tenía atado al lobo con un contrato garantizado para su segunda temporada, pero el Estrella Roja no dudó en pagar por su desvinculación y convencer al jugador con una atractiva oferta. El Baskonia, que se vio obligado una vez más a recomponer la cuerda exterior, ha hecho los deberes a tiempo con la contratación de Kamar Baldwin y Trent Forrest, ambos con un contrato de dos años de duración que, como ha quedado demostrado los últimos tres años, no garantiza que vayan a seguir en Vitoria más allá del próximo verano.