Patricio ‘Pato’ Garino, alero argentino con pasaporte italiano de 31 años, se convirtió este miércoles en el primer fichaje para la próxima temporada del Movistar Estudiantes, de la categoría de plata del baloncesto español, tras poner fin a su etapa en el Fuenlabrada, también de la LEB Oro.
Garino, que llegó a debutar en la NBA de la mano de los Orlando Magic, ha jugado en Europa en clubes como el Baskonia, el Zalgiris de Kaunas, el Nanterre 92 francés o el Basket Girona. Además, en el plano internacional, ha conseguido con la albiceleste tres platas (Mundial de 2019 y AmeriCups 2015 y 2017) y un oro en los juegos Panamericanos de 2019.
Tras conocerse la incorporación, su futuro técnico, Pedro Rivero, señaló que “es una noticia muy importante. Es un tres muy físico. El año pasado demostró mucha capacidad para defender, para rebotear y para ser agresivo en los primeros ocho segundos de la posesión”.
UNA ETAPA DULCE
Pese a que Garino, como se ha mencionado, ha vivido muchos momentos dulces durante su carrera, es imposible no relacionar muchos de ellos con su paso por el Buesa Arena.
Llegó al Baskonia procedente de los Orlando Magic y, durante sus tres temporadas como azulgrana (2017-2020), dejó muy buenas sensaciones entre los aficionados, sobre todo al principio de la última de ellas.
A las órdenes de Dusko Ivanovic, Garino fue parte de aquella plantilla, aunque no pudo jugar debido a una grave rotura de rodilla, que levantó el título liguero durante el campeonato protagonizado por el covid-19, que cambió por completo la realidad que hasta entonces conocía el deporte y la sociedad.
La escuadra gasteiztarra se metió al play off por el título como octava –acudieron doce clubes a la burbuja de Valencia– y acabó ganando su cuarta, y última hasta ahora, Liga ACB tras superar la fase de grupos, eliminar al Valencia Basket en la semifinal y sorprender al Barça en el duelo decisivo.