La primera temporada de la Euroliga sin Jordi Bertomeu no ha sido lo revolucionaria que se esperaba hace un año cuando los clubes propietarios decidieron destituir al dirigente catalán y la competición podría tomar un nuevo cambio de rumbo mañana. Según informa Marc Mundet, de RAC1, los 13 equipos accionistas votarán mañana en una reunión si mantienen al actual director ejecutivo (CEO), Marshall Glickman, al frente de las operaciones o si lo destituyen solo un año después de haberlo situado en el cargo.

Algunos de los seis clubes que en su momento votaron por destituir a Bertomeu y sustituirlo por Glickman (Maccabi, CSKA, Olympiacos, Panathinaikos, Armani Milán y Zalgiris) están descontentos con su gestión en su primera temporada de mandato, en la que no se ha marcado una hoja de ruta clara para el futuro. Además, según la mencionada información, la relación entre el actual CEO y Dejan Bodiroga, presidente de la Euroliga, no es positiva.

Entre las acciones más destacadas de Glickman esta temporada han estado la de poner sobre la mesa la incorporación de un equipo de Dubai o la expansión del torneo hacia nuevos mercados con la incorporación de un equipo de Londres y otro de París. También se ha hablado de un posible cambio de formato del torneo y se consiguió un acuerdo con la cadena norteamericana ESPN para la retransmisión en Estados Unidos de la Final Four y la próxima campaña. Mañana se decidirá si son motivos suficientes para mantenerlo en el cargo.