Markus Howard es sin duda un jugador especial, y quienes son diferentes dentro de la cancha acostumbran a serlo también fuera de ella. Por ello, siempre es interesante conocer algunos aspectos personales sobre uno de los jugadores más espectaculares que ha visto el Buesa Arena.

¿Por qué razón comenzó a jugar a baloncesto? 

Tengo dos hermanos mayores que jugaban a baloncesto, por lo que siendo yo el pequeño siempre estaba cerca de ellos y la mejor forma de hacerlo era jugar también, así que se lo debo a ellos.

¿Tiene algún ídolo o jugador en el que se suela fijar? 

Por supuesto. Mi jugador favorito de todos los tiempos es mi hermano mayor Jordan, que juega en Italia. Después, también me fijo en otros exteriores pequeños como Stephen Curry, Damian Lillard, o Isaiah Thomas, que son increíblemente efectivos, e intento aprender de ellos.

¿Qué le habría gustado ser si no fuera jugador de baloncesto? 

No lo sé, mi padre es entrenador personal, así que supongo que podría haberme dedicado a algo que tuviera que ver con la preparación física. Me encanta cocinar, por lo que también me veo ejerciendo de chef o dirigiendo un restaurante.

¿Por qué viste el dorsal ‘cero’? 

Lo llevo porque representa que sin Dios no soy nadie.

Usted es alguien muy religioso, ¿de dónde le viene? 

Por un lado me viene de familia y de mis padres, ya que crecí en un entorno creyente, pero luego personalmente he realizado mi propio camino, he crecido con ello y he vivido experiencias que han hecho que mi fe se reforzara.

"No hay nada malo que pueda decir de Vitoria, es preciosa"

Markus Howard - Jugador del Baskonia

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre? 

Como le decía, amo la cocina, así que esa es una de las cosas. Después, a mi mujer y a mí nos encanta pasear, viajar y explorar lugares diferentes. Estar aquí, tan lejos de casa, es una gran oportunidad para ver el mundo. Cuando no tengo partidos mi mujer se ha preocupado de no estar todo el rato en casa y descubrir lo que Vitoria y otras ciudades tienen que ofrecer.  

¿Cuál es su rincón favorito de la ciudad? 

Hay muchísimos. Nos encanta ir a cafeterías y nuestra favorita con diferencia es ONest, en Salburua. El personal es muy amable y acogedor y los cafés que sirven nos encantan.

¿Qué es lo que más y lo que menos le gusta de Vitoria? 

Lo que menos a lo mejor que me encuentro los comercios habitualmente cerrados. Entiendo que cierren los domingos, pero muchas veces me los encuentro cerrados al mediodía o a algunas horas en las que en Estados Unidos los tendría abiertos. No es que me disguste, simplemente es diferente. Por lo demás, no hay nada malo que pueda decir de Vitoria, es preciosa.

¿Qué es lo que más de menos echa de su hogar en Estados Unidos? 

La familia, por supuesto. Después, mi mujer y yo tenemos un perro de dos años que intentaremos traer para el próximo año. Lo echamos mucho de menos, y también la comida o la casa. Hay muchas cosas allí que llevamos en el corazón.