La temporada 2022-23 está siendo una campaña con luces y sombras para la cantera baskonista. Por un lado, la llegada de Joan Peñarroya al equipo ha hecho que jugadores formados en Vitoria-Gasteiz como Raieste, Kurucs y sobre todo Tadas Sedekerskis se hayan podido reivindicar y demostrar que son jugadores más que válidos para la élite del baloncesto europeo, cuando la temporada pasada con Spahija, que apenas confió en ellos, parecían condenados a buscarse la vida en divisiones inferiores en el futuro. 

Además, una de las perlas del baloncesto base azulgrana, el exterior de 19 años Sidy Cissoko, ha completado una temporada fantástica en el G-League Ignite de la Liga de Desarrollo de la NBA y apunta a ser elegido en la primera ronda del Draft de la NBA, por lo que, aunque todo indica que no llegará a mostrar su potencial en el primer equipo baskonista, dejará dinero en las arcas del club para compensar su marcha a la liga norteamericana. También tienen esa posibilidad Ousmane N’Diaye y Ondrej Hanzlik, que han anunciado esta semana que se presentarán al Draft 2023, aunque acumulan menos boletos de ser elegidos y apuntan a quedarse fuera de la lista de 60 picks como le sucedió a Savkov hace un año.

Aunque las mencionadas noticias son positivas, no se puede afirmar que las cesiones del propio Ondrej Hanzlik y otro canterano como Pavel Savkov este curso también lo hayan sido. Tras la destacable temporada 2021-22 que completaron en LEB Oro en las filas del Iraurgi, ambos fueron cedidos a equipos de ACB con la idea de que esta experiencia sirviera como paso intermedio antes de recalar en el primer equipo baskonista. Sin embargo, estos préstamos no han tenido el efecto deseado y, en lugar de haber servido para que las jóvenes promesas azulgranas siguieran creciendo, se han estancado e incluso han dado un paso atrás al no haberse hecho hueco en la rotación de sus respectivos equipos.

Escaso protagonismo

La primera cesión en venirse abajo fue la de Pavel Savkov por el Fuenlabrada. El alero ruso llegó en verano al conjunto madrileño con la idea de que, al ser el Fuenlabrada uno de los equipos de la parte baja de la tabla, podría contar con minutos y curtirse bajo el mando de Josep María Raventós, pero el técnico catalán solo duró tres jornadas en el cargo y fue sustituido por José Luis Pichel. A partir de ahí, Savkov se quedó varios partidos sin jugar, apenas contó con minutos y el Fuenlabrada y el Baskonia terminaron acordando romper su cesión antes de que se completara la primera vuelta de competición, en la que solo disputó 11 partidos en el equipo del sur de Madrid a una media de algo menos de cinco minutos por encuentro, 1,2 puntos y 0,6 créditos de valoración.

Tras regresar al Baskonia, solo ha participado en dos encuentros de la ACB, en los que Peñarroya aprovechó los últimos compases de las visitas del Granada y el Bilbao Basket al Buesa para recompensar al jugador con minutos cuando el resultado ya estaba decidido. En cualquier caso, el alero de 21 años solo ha entrado en las convocatorias cuando uno de los cuatro cupos de formación de la plantilla no ha estado disponible y, de hecho, el propio entrenador azulgrana ha indicado en alguna ocasión que es necesario que trabaje su físico para no verse superado por la exigencia de la ACB.

Hanzlik intenta anotar ante la oposición de Enoch durante su visita al Buesa Arena. ACB Photo/A. Bouzo

Algo similar le ha ocurrido al escolta Ondrej Hanzlik, aunque en su caso ha tardado algo más en quedarse fuera de los planes de su equipo. El canterano nacido en 2002 llegó cedido en verano al Basquet Girona de Aíto García Reneses, donde desde el principio tuvo mayor protagonismo que su homólogo Savkov. Hanzlik ha disputado 21 partidos de ACB con el conjunto catalán en los que ha promediado 8 minutos de juego. Entre las jornadas 11 y 14, en las que disputó cuatro partidos a una media de 17 minutos con dos victorias, parecía que iba al fin a asentarse en la rotación, pero con el avance de las jornadas fue perdiendo protagonismo.

Ahora que ha llegado el momento de la verdad y que el Girona no puede relajarse al estar solo dos triunfos por encima de los puestos del descenso, la entidad propiedad de Marc Gasol ha preferido contratar a un escolta experimentado como John Jenkins y dejar de contar con Hanzlik para este tramo decisivo de la temporada. Coincidiendo con la llegada del estadounidense, el exterior checo ha sido el descarte de García Reneses en las últimas cuatro jornadas y tiene complicado volver a gozar de minutos este curso. Sus números, los peores actualmente de la plantilla con 2,2 puntos y 1,1 de valoración, tampoco invitan a contar con él. 

La campaña 2022-23, por lo tanto, ha servido principalmente a Hanzlik y a Savkov para darse cuenta de que aún tienen mucho trabajo por delante si quieren hacerse hueco en una competición de la exigencia de la ACB. El Baskonia, por su parte, deberá replantearse en verano su estrategia a seguir para que dos de los talentos de su cantera no se echen a perder.