El Baskonia sumó una autoritaria victoria (68-96) en cancha del Gran Canaria que, además de suponer que los gasteiztarras superen en la tabla al equipo de Lakovic y se sitúen a una sola victoria del liderato, supone una inyección de confianza para próximos compromisos lejos del Buesa Arena, donde hasta ahora estaba costando obtener resultados. La gran puesta en escena en el plano defensivo, sumada al mágico segundo cuarto de Markus Howard, en el que anotó 18 tantos, permitió a los azulgranas llegar al descanso con el partido encarrilado y gestionar su abultada ventaja en una segunda parte de trámite.

Peñarroya, que al igual que la pasada jornada de ACB dejó a Marinkovic fuera de la convocatoria, alineó de inicio un quinteto formado por Thompson, Kurucs, Sedekerskis, Hommes y Kotsar que funcionó bien y fue capaz de construir la primera ventaja para los gasteiztarras. El duelo comenzó con mucho ritmo y cierta precipitación por parte de ambos conjuntos, que derivó en varias pérdidas no forzadas. A cancha abierta, el conjunto gasteiztarra, más ordenado en defensa que sus rivales, fue capaz de sacar mayor tajada y establecer una diferencia de dobles dígitos con el 5-17, gracias a un Thompson inspirado y agresivo en ambos lados de la pista, asistiendo y anotando por encima de Khalifa Diop con sus penetraciones. Inglis redujo distancias haciéndose fuerte en el poste, pero Howard devolvió la diferencia a los dobles dígitos al cierre del primer cuarto con un espectacular triple desde lejos sobre la bocina (9-20).

La diana hizo que el escolta norteamericano se creciera y continuó haciendo daño a los canarios en la reanudación con cuatro puntos más, que sumados a una canasta de Enoch y otra de Giedraitis en transición empezaban a poner el partido de cara para los azulgranas con una ya importante ventaja de 18 puntos con el 10-28. Sin embargo, lo mejor todavía estaba por llegar. Los hombres de Lakovic amagaron con reaccionar durante dos minutos en los que redujeron la brecha a 14 puntos, pero Howard, que ya había prendido la mecha, se encargó de enterrar las esperanzas de remontada locales y dejar el duelo prácticamente sentenciado al descanso con una mágica exhibición de lanzamiento propia de Stephen Curry, que habría sorprendido a cualquiera de no ser porque no es la primera vez que lo hace este curso. El estadounidense comenzó a bombardear al Gran Canaria desde posiciones cada vez más lejanas y complicadas; el equipo, con un también inspirado Henry en la dirección, le encontró y Howard sumó cuatro triples y dos tiros libres más a su cuenta particular, cerrando la primera parte con 21 puntos, 18 de ellos en el segundo cuarto. El parcial en los minutos anteriores al descanso fue de 7-22 y el marcador, desgarrador para un Gran Canaria que en su conjunto solo anotó tres puntos más que el escolta baskonista (24-53), fruto también del excelente trabajo defensivo visitante.

Segunda parte tranquila

Al regreso de vestuarios, como por otro lado es lógico al verse con un colchón de 29 puntos en el marcador, el Baskonia bajó las revoluciones de su apisonadora y el partido se volvió más equilibrado que en la primera mitad, aunque sin posibilidades en ningún momento de que el conjunto local pudiera meterse en el partido. Unos buenos primeros minutos de Balcerowski, que hizo gala de su fuerza y su técnica en la pintura, acercaron al conjunto amarillo a 22 puntos, distancia en cualquier caso cómoda para los vitorianos, que encontraron nuevas fuentes de anotación en Sedekerskis y Hommes hasta que el monstruo regresó al parqué. Con siete puntos consecutivos y el séptimo triple para su cuenta, Howard estableció una máxima renta de 34 puntos (38-72) que hacía crecer la desesperación en la grada. Giedraitis y Kurucs se sumaron a la fiesta del triple, aunque el segundo, desafortunadamente, tuvo que retirarse al sufrir un latigazo en la zona lumbar.

El último cuarto, que empezó con un resultado de 46-78, fue un mero trámite en el que dio tiempo a que los menos habituales como Dani Díez o Sander Raieste contaran con minutos, que Steven Enoch fuera eliminado con su quinta falta personal y a que Howard, que entró en sustitución del pívot a falta de dos minutos, anotara dos triples más y redondeara su brillante noche con 34 puntos. El miércoles, contra el Efes, no será tan fácil.