El mercado estival está dando sus primeros coletazos para un Baskonia que de momento no introduce ninguna cara nueva más allá de Joan Peñarroya en el banquillo. Sin embargo, el club vitoriano ha vuelto a encontrarse a las primeras de cambio con un problema recurrente de todos los veranos a la hora de edificar el proyecto de la próxima temporada. Se trata de los manidos cupos y la necesidad de buscar, al menos, un jugador de ciertas garantías que complemente a los tres canteranos Tadas Sedekerskis, Arturs Kurucs y Sander Raieste, cuya continuidad se da por segura.

El desasosiego vuelve a ser latente, sobre todo tras la negativa de Rolands Smits a aceptar la oferta que le había trasladado hace semanas el Baskonia para incorporarle a sus filas. Cuando todo hacía indicar que su llegada a Vitoria estaba prácticamente cerrada una vez el Barcelona le abrió la puerta de salida tras la finalización de su contrato, la inesperada aparición de un tercero en discordia como el Zalgiris ha frustrado los planes azulgranas de atar a una pieza estratégica como el interior letón.

Ante la suculenta oferta lituana por dos temporadas, que según distintas fuentes es incluso superior a lo que Smits venía percibiendo hasta ahora en la Ciudad Condal, el Baskonia no ha podido competir. Que la opción del rocoso cuatro-cinco báltico pase de largo constituye un duro golpe, básicamente por su valiosa etiqueta de jugador de formación. Algo de lo que no va sobrado el Baskonia tras la marcha de Jayson Granger y que obligará ahora a la dirección deportiva a activar algún plan B en un mercado inflacionado y escaso de gangas.

Y es que, al margen de que Peñarroya pretenda dar mucha más cabida a los canteranos de lo que hacía Spahija, necesita un cuarto jugador con un peso específico importante dentro la rotación baskonista. No sirven simples piezas de relleno que estén atornilladas al banquillo en los partidos o sean figuras decorativas cuyo granito de arena tan solo llegue en los entrenamientos en el Buesa Arena.

Smits, seguido desde su época del Fuenlabrada, era un cupo ideal por muchos motivos y ahora toca encontrar algún jugador que realmente aporte al engranaje y, sobre todo, permita alargar la rotación. En caso contrario, pueden revivirse algunas pesadillas de ejercicios precedentes respecto a la escasa profundidad del fondo de armario.

El problema para el Baskonia es el mismo de siempre. Una vez más, se cuentan con los dedos de la mano los baloncestistas susceptibles de encajar dentro de ese perfil. Algunos son inalcanzables debido a su precio prohibitivo, mientras que otros simplemente carecen del nivel necesario para ataviarse la camiseta azulgrana.

Tres opciones

Tres nombres están en boca de todo el mundo en este instante. Uno de ellos es Augusto Lima, quien tal y como publicó este periódico días atrás admitió ayer contactos con el Baskonia al inicio del verano en una entrevista concedida a La Opinión de Málaga. “Yo no estoy pendiente de absolutamente nada. Le he dicho a mi agente que lo solucione todo él, que yo este verano quiero entrenar y disfrutar. El Baskonia ha preguntado por mi situación, pero igual que otros muchos más clubes”, aseveró el poste hispano-brasileño, que está libre en la actualidad tras comprar sorpresivamente su libertad al UCAM Murcia abonando la cláusula de rescisión que figuraba en su contrato.

Otra alternativa de cierto atractivo que ofrece el mercado es Ziga Samar, el pujante base esloveno que ha crecido de forma sobresaliente en la última temporada en el Fuenlabrada. Sin embargo, su hipotética contratación tampoco se presenta sencilla para un Baskonia sin visos de tener un gran músculo económico para pagar traspasos en este verano. Samar, que no resultó escogido recientemente en el draft de la NBA, tiene un año más de contrato en el sur de Madrid y el coste de su salida está fijada, según algunas fuentes, en alrededor de 300.000 euros. Dicho de otra manera, habría que efectuar una apuesta muy importante a nivel económico en caso de que fuese el elegido.

Otra de las posibilidades encima de la mesa, igual o incluso más complicada que la anterior, es el madridista Matteo Spagnolo, una de las joyas de la cantera del Real Madrid. El base italiano, que ha actuado la última campaña en calidad de cedido en el Vanoli Cremona y apunta a la NBA en el plazo de uno o dos años, tan solo podría ponerse a tiro en una hipotética negociación con el club blanco por los derechos de Pierria Henry, aún en propiedad del Baskonia. El base exazulgrana tiene entre ceja y ceja la NBA, para lo cual jugará en breve una de las Ligas de Verano.

Según ha podido saber este periódico, la entidad alavesa ha seguido la pista de Spagnolo durante los últimos años. Eso sí, es ciertamente improbable que el Real Madrid acceda a desprenderse de él y reforzar a un rival directo. Los merengues piensan en un club de la zona media-baja de la ACB para que siga fogueándose.