No es ningún secreto que el Baskonia ha sido tradicionalmente un club vendedor. El conjunto gasteiztarra, con Alfredo Salazar y Félix Fernández al mando, se ha especializado siempre en encontrar diamantes por pulir en el mercado, adquirirlos a un precio asequible y sacarles el máximo rendimiento durante su estancia en Vitoria, logrando así que su valor aumente y que uno de los transatlánticos de la Euroliga o una franquicia de la NBA deje dinero en las arcas azulgranas para llevarse a ese jugador. Esos ingresos se utilizan para contratar a nuevos activos con potencial a los que poder aprovechar durante algunos años antes de volver a venderlos. Y así constantemente.

Giedriaits, en la imagen durante los cuartos de final de la ACB, estuvo cerca de irse a la NBA. | FOTO: IÑIGO FORONDA

Sin ir más lejos, en el tramo final de la temporada 2020-21 el club alavés no desperdició la oportunidad de hacer caja con la venta de Luca Vildoza a los New York Knicks, que abonaron una jugosa cantidad. Aquella fue la última gran venta del conjunto vitoriano, que desde entonces no ha vuelto a obtener beneficios de sus activos (Henry y Polonara, dos de los más destacados aquel curso, se marcharon libres), algo que tampoco parece que vaya a suceder este verano. La mala temporada del conjunto gasteiztarra ha impedido que su plantilla se revalorice en el curso 2021-22 y, de hecho, se podría argumentar que ha perdido valor.

Uno de los jugadores que mayor interés suscitó hace un año, Rokas Giedraitis, ha dado un paso atrás en sus prestaciones y si en el verano de 2021 estuvo a punto de marcharse a la NBA, previo pago de su cláusula de salida, ahora el club tiene muy difícil encontrarle destino por su alta ficha y, de hecho, está trabajando para renovarle el contrato y evitar que se marche gratis dentro de un año.

Quizá el único jugador que se ha revalorizado esta campaña en las filas del Baskonia y que es susceptible de recibir una oferta interesante desde fuera es Simone Fontecchio. El italiano completó unos Juegos Olímpicos excepcionales y ha sido el mejor azulgrana de la temporada junto a Baldwin, y también uno de los más regulares. A sus 26 años, todavía sigue mejorando y no ha tocado techo, por lo que es un jugador atractivo para cualquier equipo de la Euroliga. Eso sí, la oferta tendría que ser muy importante para que el club se planteara vender a su estrella, de la que podría sacar aún más partido el próximo verano si continúa con su progresión.


MARGEN DE MEJORA

Giedraitis, en cualquier caso, no es el único jugador que ha perdido valor. Marinkovic no ha cumplido con las expectativas y ha rendido incluso por debajo del nivel que ofreció en el Valencia Basket; Granger, que ya ha dejado el club, no ha terminado bien la temporada; la progresión de Sedekerskis se ha cortado; Wetzell no ha demostrado tener nivel para la Euroliga y la campaña de Peters ha estado condicionada por su lesión. Enoch ha demostrado tener potencial y unas notables hechuras ofensivas, pero también carencias atrás, mientras que Costello no está entre las piezas más codiciadas del mercado pese a haber cumplido.

Lo que está claro es que la entidad de Zurbano necesita cuajar una buena temporada para que el valor de sus jugadores vuelva a aumentar de cara a una futura venta. De momento no es algo urgente, pero en algún instante puede que necesite cerrar un traspaso importante para cuadrar cuentas. Además, que lleguen ofertas de clubes con mayor músculo económico es una buena señal, ya que suele ser consecuencia de que el equipo está haciendo bien las cosas.

El mencionado Luca Vildoza fue la última gran operación del club, pero otros azulgranas siguieron esos pasos antes que él. Tras la consecución del título liguero en la campaña 2019-20, por ejemplo, Toko Shengelia salió rumbo al CSKA de Moscú. Algo similar sucedió en el verano de 2019, cuando los Celtics abonaron la cláusula de salida de Vincent Poirier. En 2017 fue Hanga el que dejó alrededor de 400.000 euros en Vitoria al fichar por el Barça, mientras que en 2016 Davis Bertans hizo lo propio para marcharse a la NBA. Nocioni, Calderón, Planinic, Bjelica, Teletovic, Scola, Splitter, Oleson o Macijauskas también integran la amplia lista de traspasos que ha cerrado a lo largo de su historia un Baskonia cuyo escaparate este verano no es tan apetecible.