Quizás sea demasiado aventurado decir que un superequipo como es el Real Madrid, actual subcampeón de la Euroliga, tiene un punto débil, pero lo cierto es que la plantilla que ha montado el adinerado club merengue esta temporada tiene, como mínimo, un flanco menos bueno, por el que el Baskonia deberá percutir si quiere tener opciones de superar la eliminatoria y alcanzar la final.

Si Pablo Laso cuenta a su disposición con posiblemente la mejor batería interior del continente, no se puede decir lo mismo de su juego exterior, zona en la que ha sufrido muchos contratiempos. De hecho, en estos momentos el conjunto blanco no cuenta con un base que se encargue de la dirección del juego, ya que Williams-Goss no va a volver a competir este curso por una lesión de tobillo sufrida en la semifinal de la Euroliga contra el Barcelona y tampoco el joven Alocén, que está recuperándose de una rotura del ligamento cruzado desde febrero.

Para colmo, el exbaskonista Heurtel se encuentra apartado del equipo por una salida nocturna en Atenas y, pese a que las lesiones de los otros dos bases ha hecho que Laso se replanteara su situación, se ha mantenido firme en su decisión y ha apostado por fórmulas alternativas para cubrir ese notable agujero. La más socorrida, sobre todo en los momentos importantes, ha sido la de conceder la batuta a Sergio Llull, el jugador que más se acerca al perfil de base y que ha ejercido como uno en diversas ocasiones a lo largo de su carrera.

Otra opción ha sido la de situar a los aleros Abalde y Hanga en ese puesto, formando un quinteto muy físico y defensivo, pero perdiendo agilidad y clarividencia en la organización del juego. Causeur es también una alternativa para ese puesto, aunque el exazulgrana se encuentra más cómodo ejerciendo de escolta.

Si Laso tiene difícil elegir sus cartas para la cuerda exterior, en su juego interior el reto es decidir a quién dejar en el banquillo. Tavares lleva años siendo el gran terror de Europa en el puesto de pívot y su recambio es otra fuerza de la naturaleza como Poirier, a quien se conoce bien en Vitoria. En el cuatro Randolph o incluso Deck, que ha regresado de su aventura en la NBA esta temporada. Tener a Thompkins apartado del equipo y que su ausencia no se note es un lujo que solo el Madrid se puede permitir.

El Baskonia deberá, por lo tanto, aprovechar el talento de Baldwin para marcar diferencias en el juego exterior y hacer todo lo posible para contener el arsenal interior de su rival y eludir su capacidad intimidatoria en la pinturaEl Barça de Jasikevicius ha conseguido contrarrestar a Tavares y compañía obligándolos a abandonar su zona de influencia con lanzamientos desde el perímetro, por lo que la muñeca de Enoch y Costello desde fuera se perfila como un buen recurso para incomodar a las torres blancas.

Williams-Goss y Alocén están lesionados, mientras que Thomas Heurtel fue apartado por Laso tras una salida nocturna en Atenas